Durante más de un siglo, la estructura básica de la jornada y la semana escolares en Estados Unidos se ha organizado en torno a 6 ó 7 periodos al día, durante 5 días a la semana, con una duración de 40-60 minutos en cada periodo. Pero un número cada vez mayor de educadores se están replanteando cómo reestructurar la jornada escolar para que las escuelas sean más provechosas para los alumnos cuyos estilos de aprendizaje no siempre se ajustan a la división del aprendizaje en trozos de una hora. La necesidad de replantearse la estructura básica de la jornada escolar está recibiendo apoyo bipartidista.
Louis Freedberg, periodista educativo y ahora productor ejecutivo del podcast Sparking Equity, explicó en la conferencia de prensa de American Community Media, que tras la pandemia, hubo un gusto por la idea de regresar a clases, “sin embargo, en los datos podemos ver que todavía hay mucho ausentismo”. Es difícil mantener a las infancias involucradas en las escuelas.
“No todas las infancias aprenden igual y debemos de ser más flexibles para que puedan aprender mejor. Se tiene que reformar la estructura educativa del día a día para que otras habilidades, como pensar críticamente o trabajar en equipo sean tomadas en cuenta más que las calificaciones”, compartió Freedberg.
Por su lado, la directora de la MidWest High, en Oakland, California, Shalonda Gregory, directamente preguntó: “¿Cuál era su materia favorita en la escuela? ¿Cuáles eran su maestros favoritos? Para mí, en el tiempo en la escuela, tuve la oportunidad de tener buenos maestros y maestras y me gustaba aprender. Disfruté mucho la escuela, a pesar de que fui a escuelas muy tradicionales y formales. Tuve experiencias muy buenas y felices”.
Gregory apunta que su enseñanza para la vida luego de estas buenas experiencias escolares fuen potencializar la alegría. “Mi trabajo como maestra –continúa– y ahora como directora, es normalizar la alegría. Es una manera muy fácil de involucrar a las y los estudiantes”.
Diversión y rigurosidad son los dos pilares del modelo educativo que impulsa en su escuela. “Necesitamos conectar con sus pasiones, no sólo impulsarles a soñar. El aprendizaje tiene que ser diseñado personalmente”.
En otra propuesta educativa, Anne Stanton, presidente de la Linked Learning Alliance, especializada en aprendizaje vinculado con las necesidades de la vida, subraya que las juventudes “en la década entre 14 y 24 años muchos estudiantes están concentrados en avanzar en sus estudios pero por mi experiencia yo podía ver quién estaba enfocada en la universidad o en entrar a trabajar”.
Y en este sentido, el aprendizaje vinculado se enfoca en construir el mejor camino para cada tipo de estudiante, las mejores oportunidades, “crear vinculaciones con los mejores centros educativos o con las mejores industrias y sectores laborales y artísticos, para que los y las estudiantes tengan este conocimiento”.
Finalmente, Stanton, aseguró que: “Estamos constantemente informando e informándonos de las políticas educativas y de los recursos necesarios para buscarlos y buscar los apoyos adecuados”.