En su discurso de toma de protesta como presidente, Donald Trump señaló enérgicamente que a partir de entonces no habría más sexos que hombres y mujeres. Poco después firmó la orden ejecutiva en donde confirmaba esta afirmación y eliminaba en Estados Unidos –al menos en el papel– la existencia de la diversidad de género, es decir, la existencia de las personas transgénero, no binarias e intersexuales.
Estos hechos ocasionaron mucha preocupación entre las comunidades afectadas, particularmente por las políticas públicas que cambiarían negativamente. En su conferencia semanal Ethnic Media Services se discutieron estas preocupaciones y se compartieron reflexiones en torno a esta grave situación.
Ilan Meyer, doctor en Política Pública por el Instituto Williams y profesor emérito en Ciencias Sociomédicas por la Universidad de Columbia, comenzó con una contundente reflexión: “Las consecuencias serán horripilantes. Esto es un acto de odio, principalmente son malos. Las personas transgénero en situación de cárcel van a tener que estar en prisiones no adecuadas o aquellas que no tienen hogar y busquen refugio, van a tener muchos problemas”.
De acuerdo con datos del Instituto Williams, en Estados Unidos hay 1.6 millones de personas transgénero, 1.2 millones de personas no binarias y al menos 5 millones de personas consideradas intersexuales. La lucha de todas estas personas por hacer válidos sus derechos ha sido una larga batalla en la cual se inscriben las consecuencias de estas órdenes ejecutivas.
Otro dato aportado por Meyer es que la violencia de Trump en contra de la comunidad LGBTQ+ se remonta a los eventos de sus dos campañas, en donde “se producían actos de odio en los condados en donde había actos políticos”.
“Y cuando hablamos de violencia –continúa Meyer– contra la comunidad LGBTQ+ es hablar de usar armas, de una violencia más seria, de crímenes de odio particularmente contra las personas afrodescendientes y de origen latino dentro de esta comunidad”.
Meyer señala, además, que estas situaciones ocasionan estrés minoritario, es decir, el proceso que conecta el medio ambiente social con el estigma y el prejuicio. “Lo que representan estas órdenes de Trump es mezquindad”.
Para Bamby Salcedo, presidenta de Coalición TransLatin@, “todas las personas que no son blancas y hombres están siendo atacadas, pero vamos a continuar haciendo lo necesario para apoyar a nuestra comunidad y así poder entender, también, por lo que estamos pasando”.
Por su lado, Jordan Willow, integrante del Comité Ejecutivo de Mass Equality, considera que todo lo que está ocurriendo y la manera a la que asistimos a ello en las redes sociales y medios de comunicación “es como ver un accidente de tren en cámara lenta, sin embargo, tenemos que navegar este mundo y no va a ser nada fácil”.
Las personas invitadas al panel coincidieron en que las consecuencias de estas decisiones tomadas por Trump se verán luego de pasar por las cortes judiciales, en donde se librarán batallas para impedir su ejecución y para ello se requerirá un mayor esfuerzo. “Esto no va a detener mi trabajo, voy a trabajar más porque nuestro país es mejor que esto”, expresó Willow.
El director asociado de Common Cause North Carolina, Sailor Jones, precisó que el sistema judicial en Estados Unidos no deja de atacar a estas comunidades con herramientas legales, al mismo tiempo que no dejan, tampoco, de culparles de todo: desde el accidente aéreo en Washington hasta la falta de preparación del ejército, por lo que, en su consideración, “hay que alzar las voces alto, más que nunca”. Sin embargo, también señaló las preocupaciones que existen por parte de las personas transgénero y no binarias en materia de salud y cuidados generales así como en la salud reproductiva específicamente.
Trump, un títere
“Trump es un títere del movimiento conservador, religioso y blanco, pero esto no es nuevo, hay una larga historia que proviene desde la colonización en estas tierras y por ello hay que señalar que si no nos han eliminado en más de 500 años no lo van a a hacer ahora, porque a pesar de todo, ahora hay más visibilidad y empoderamiento de nuestras comunidades”, sentenció Bamby Salcedo al discutir el mensaje que se manda a la población en general con estas órdenes ejecutivas.
Prácticamente, al legalizar un acto de odio el mensaje es que está bien cometer otros actos de odio en contra de la comunidad transgénero y las personas no binarias, “incluso matarles”, precisó Salcedo.
Y con esto, Willow recordó que entre las personas republicanas existe también una diversidad de opiniones y severas críticas respecto a las decisiones tomadas por Trump recientemente. No todas las personas republicanas votantes están en contra de las personas transgénero y no binarias. “Siempre fui bien recibida en mi comunidad republicana, muchos me mostraron su apoyo y eso también hay que señalarlo. Los gobiernos no te definen, son las personas las que se definen, ninguna orden ejecutiva puede limitarnos”, concluyó Willow.
Jones, para finalizar, expresó que es necesario dejar de ver a estas comunidades como enemigas o como víctimas, “mejor véanos como sobrevivientes que estamos viviendo lo mejor de nuestras vidas”.