De la violencia doméstica a la falta de vivienda: un peligroso camino que debemos detener | Molino Informativo

De la violencia doméstica a la falta de vivienda: un peligroso camino que debemos detener

by | Feb 24, 2024 | Comunidades

La violencia doméstica y la violencia de pareja, son una de las principales causas de la falta de vivienda, especialmente para aquellos con recursos económicos limitados. Según un nuevo estudio publicado el mes pasado por la Universidad de California (San Francisco Benioff) la violencia doméstica es un factor significativo que contribuye a la falta de vivienda en nuestra sociedad.

La Iniciativa Benioff sobre Vivienda y Personas sin Hogar (BHHI por sus siglas en inglés) descubre que al menos el 17% de las personas sin hogar huyeron de sus hogares debido a la violencia de pareja.

Las víctimas enfrentan muchas barreras para volver a recibir vivienda, incluida la falta de recursos económicos, así como posibles desalojos como resultado de la presencia excesiva de la policía en sus casas, y puntajes crediticios bajos debido a que los socios usan su crédito de manera fraudulenta.

Durante la rueda de prensa convocada por Ethnic Media Services el pasado 16 de febrero, los oradores discutieron cómo la violencia doméstica a menudo conduce a la falta de vivienda.

La doctora Anita Hargrave, profesora asistente, de la UCSF e investigadora principal de la BHHI, compartió que, el mes pasado, se publicó el informe “Hacia la Seguridad”, el cual analiza los datos de violencia de pareja íntima (VPI) recopilados en junio de 2023 como parte del Estudio estatal de California sobre personas sin hogar (CASPEH). El objetivo de este informe fue comprender mejor las experiencias de los sobrevivientes de VPI que actualmente se encuentran sin hogar.

El informe también reveló que 40% de los participantes que reportaron violencia de pareja en los seis meses previos a quedarse sin hogar indicaron que la violencia era una razón para abandonar su última vivienda. Y el 20% indicó que era el motivo principal. “Los supervivientes tenían ingresos extremadamente bajos antes de quedarse sin hogar y esto muestra que la violencia de pareja puede precipitar la falta de vivienda, para muchas personas y es particularmente peligrosa para aquellas que se encuentran en los márgenes económicos”, afirmó la doctora Hargrave.

Otra conclusión clave, dijo, “fue que muchos participantes informaron que cantidades relativamente modestas de apoyo financiero, podrían haberles ayudado a evitar la falta de vivienda. Entre los sobrevivientes que reportaron violencia de género antes de quedarse sin hogar, el 73% creía que un subsidio mensual superficial los habría ayudado a evitar quedarse sin hogar durante al menos 2 años”, expresó Hargrave. 

En California, sólo una de cada cuatro personas elegibles recibe asistencia federal para el alquiler, lo que deja a los sobrevivientes atrapados entre la espada y la pared con opciones limitadas de vivienda alternativa. Según Anita, “muchos supervivientes se ven obligados a tomar la imposible decisión de quedarse sin hogar debido al alto costo de vida en la región”. Esto dificulta escapar del abuso y evitar la falta de vivienda en un estado donde las condiciones son especialmente desafiantes.

“Es fundamental reforzar la prevención de la falta de vivienda y la violencia, especialmente a través de programas de financiación flexibles y sistemas coordinados para sobrevivientes de violencia doméstica, así como aumentar el apoyo a los sobrevivientes sin hogar y expandir las opciones de vivienda permanente dedicadas a este problema”, enfatizó Hargrave. 

Jennifer White-Reid, de Urban Resource Institut (URINYC), aseguró que desde su organización, se comprometen a poner fin a los ciclos de violencia y falta de vivienda al ofrecer apoyo centrado en el cliente informado sobre el trauma a las familias a las que sirven. Operan 23 refugios en la ciudad de Nueva York, brindando alojamiento temporal a más de 3,000 personas cada noche. 

Además compartió que, “proporcionan programación informada sobre trauma a aproximadamente 40,000 personas anualmente”. White-Reid enfatizó que “más allá de ofrecer viviendas de transición, empoderamos a las familias para lograr estabilidad económica, trabajamos con las comunidades para interrumpir los ciclos de violencia y nos comprometemos a involucrar a quienes han causado daño en la búsqueda de soluciones”.

White-Reid, dijo que, la violencia doméstica es sin duda una de las principales causas en Nueva York y en todo el país, con muchas personas y familias obligadas a quedarse sin hogar mientras huían del abuso. Aproximadamente el 40% de las mujeres y los niños en el sistema de refugios familiares para personas sin hogar de la ciudad de Nueva York están ahí.

Entre 2021 y 2022, los homicidios de parejas aumentaron un 29% en toda la ciudad, este aumento es aún más pronunciados a nivel de préstamos, por ejemplo, en el condado de Brooklyn se experimentó un crecimiento del 225% en los homicidios de parejas y el Bronx experimentó una subida del 57%; “el impacto es desproporcionado en las mujeres negras e hispanas de comunidades marginadas”, manifestó White-Reid.

Añadió que, “el abuso económico que sufre el 98% de los supervivientes y que a menudo sirve como la razón principal por la que los supervivientes se quedan o regresan con una pareja abusiva, por lo que en febrero de 2023, URINYC abogó por la aprobación de un proyecto de ley estatal que ampliara la definición de violencia doméstica en Nueva York para incluir el abuso económico, la cual busca proteger a las víctimas al considerar aspectos como deudas coaccionadas”. 

Las soluciones propuestas se enfocan en tres áreas judiciales: prevención, educación y concientización sobre la estabilidad económica. White-Reid afirmó que “los programas de prevención de abuso desempeñan roles cruciales en los esfuerzos de intervención en Nueva York para educar a los jóvenes en las escuelas intermedias y secundarias e intervenir temprano para romper el ciclo de abuso”. Es fundamental comprender las raíces del comportamiento dañino y trabajar con las personas para promover cambios positivos.

Por lo tanto dijo que, “la clave para sobrevivir y sanar juntos es escuchar a los supervivientes, invertir en educación, programación receptiva y recursos adecuados. Según Jennifer, “Podemos salvar vidas con aumentos alarmantes en los homicidios por violencia doméstica, intervenciones específicas y servicios de apoyo para quienes los necesitan desesperadamente”

Finalmente, destacó la importancia de la colaboración comunitaria y mediática para amplificar las voces de los sobrevivientes y crear conciencia sobre organizaciones comprometidas con esta causa en Nueva York. En resumen, “se busca construir una comunidad más solidaria y empática que luche unida contra la violencia doméstica y la falta de vivienda”.

Desirée (Dez) Martínez, directora ejecutiva de “No Somos Invisibles”, vivió en la calle a causa de la violencia de pareja. Compartió sus aprendizajes después de haber sido víctima de violencia y haber estado sin hogar por muchos años. La falta de apoyo y un refugio seguro la llevaron a cuestionar el tratamiento recibido en centros psiquiátricos.

Se vio en una situación desesperada al no encontrar apoyo adecuado en su condado. A pesar de no cumplir con los criterios para un refugio para víctimas de violencia doméstica, terminó durmiendo en el suelo de un refugio local para personas sin hogar. Martínez expresó: “Las limitaciones financieras y las restricciones de género me dejaron expuesta a las calles una vez más”.

Martínez resaltó la importancia de participar en reuniones de gobiernos locales y comunitarias para arrojar luz sobre los desafíos que enfrenta el sector alojado. En colaboración con organizaciones como UCSF, busca empoderar a otros y crear conciencia sobre la defensa propia y de sus comunidades. Según Martínez, “la vivienda asequible no lo es realmente”. Actualmente ella tiene un bono de vivienda asequible del 30% de sus ingresos, de no ser por ese bono aun estaría en la calle, sin embargo dijo, “cada año me preocupa porque el alquiler sigue aumentando pero no el bono”.  

“Tengo la esperanza de que se estén realizando cambios y seguirán llegando más mientras mantengamos la solidaridad con nuestros hermanos y hermanas en situación de calle. Actualmente, defiendo a nivel nacional el derecho universal a la vivienda y los derechos civiles de las personas sin hogar”. Destacó que “los medios de comunicación desempeñan un papel crucial en la formación de nuestra sociedad que impactan nuestra percepción”.  Instó a los medios a ayudar a crear conciencia e incorporar el punto de vista interno en todas las narrativas relacionadas con las personas sin hogar.