Brazos abiertos | Molino Informativo

Brazos abiertos

by | Ene 17, 2024 | Crispín el Inmigrante

Por Crispín, un inmigrante

Acto Primero

Después de una larga y cansada jornada de trabajo, Crispín de 16 años, delgado con aspecto de trabajador de campo llega a su muy humilde hogar. Abre la puerta y se encuentra a su mama, de 40 años moliendo el maíz en su metate para hacer tortillas del día .Está rodeada por sus otros 2 hijos un niño de 10 años y una niña de 8.

Crispín–Ya llegué mamá.

Mamá–Está bien hijo, gracias a Dios.

Crispín–Le tengo una noticia.

Mamá–Dime hijo.

Crispín–Ya me llamó mi primo y me dijo que ya tiene el dinero para la pasada.

Mamá (sorprendida)–M’hijo, ¿por qué nos vas a dejar? Tu papá ya esta grande…¿quién le va ayudar para la cosecha? ¿quién nos va a cuidar los chivos?

Crispín–Mamá, yo quiero ir, quiero trabajar y les prometo que desde que comience a ganar dólares les voy a hacer la casita con la que mi papá tanto ha soñado y por la que tanto ha trabajado.

En ese momento llega el papá, aparenta 50 años se ve cansado y se observa que viene de trabajar del campo con su morral y su machete, se da cuenta de que hay una conversación en la que hay tristeza.

Papá–¿Están platicando de alguna mala noticia o porque los veo preocupados?

Mamá–Pues lo que tanto temíamos: Crispín nos acaba de dar la noticia de que ya se va al otro lado.

Papá–Mujer, déjalo ir, ya está grande, aquí no le podemos ofrecer mas que el campo.

Hermanito–¿Porque te vas? ¡Te voy a extrañar mucho!

Crispín abrazándolo.

Crispín–Yo también te voy a extrañar mucho.

Hermanita–¡No te vayas, si quieres yo te ayudo a trabajar!

Papá con tristeza pero resignado.

Papá–Hijo, ten mucho cuidado,dicen que es muy peligroso, que Dios te acompañe.

Mamá–Hay hijo, pues no tengo nada que decirte, que la Virgen de Guadalupe te acompañe, ¿y cuándo te vas?

Crispín–Ahora mismo, solamente arreglo mi mochila y me voy.

En ese momento la mamá se levanta y le da un abrazo al cual se une toda su familia.

Fin del Primer Acto

Fotografía de Francely Flores

Acto Segundo

Crispín, ya con su mochila, se nota preocupado y hasta temeroso, se dirige a la tiendita favorita y compra una veladora para llevar a la iglesia. La señorita de la tienda que ya lo conoce le pregunta.

Señorita de la tienda–¿Y ahora tú, para qué quieres la veladora?

Crispín–Voy a la iglesia, voy a pedirle a la Virgen que me cuide, ya me voy al otro lado.

Señorita de la tienda–Pues te deseo lo mejor, mucha suerte.

Cuando sale Crispín de la iglesia se encuentra con dos amigos platicando en la plaza

Amigo 1–¿Y ahora tú, a dónde vas que te veo con esa mochila?

Crispín–Amigos ya me voy para el otro lado.

Amigo 2 (sorprendido)–Crispín no te olvides de nosotros, cuando comiences a trabajar echamos la mano.

Los tres se dieron la mano y se despiden. Crispín se dirige a la casa de la novia, que se llama Yolanda, él sabe que ella no sabe nada de su partida, le avienta la clásica piedrita a la ventana de su cuarto y con mucha suerte ella se da cuenta y sale a la calle .

Crispín–Yolanda, mi amor, te tengo que dar una noticia, me duele porque te quiero mucho y te adoro pero hoy me voy al otro lado.

Yolanda muy sorprendida.

Yolanda–¿Pero por qué? ¡Tú no me lo habías dicho!

Crispín–Sólo me voy por un año, y regreso para casarme, por favor te pido que me tengas paciencia y que me esperes, voy a ganar dólares para casarnos.

Yolanda cambia de semblante y con palabras entrecortadas y lágrimas en los ojos…

Yolanda–Yo ya sé que es lo que pasa, los hombres se van y nunca se vuelven acordar de nosotras, sus mujeres.

Crispín–Te prometo que yo si regresaré.

Crispín se acerca para abrazarla pero Yolanda da un paso para atrás con la cara hacia abajo.

Fin del Segundo Acto

Acto Tercero

Crispín llega a Tijuana en busca de un coyote, que pronto encuentra.

Crispín–¿Cuánto me cobras para que me cruces hoy mismo? Voy para Nueva York.

Coyote–Estás de suerte, ahora mismo no hay migra y te cobro 7000 dólares.

Crispín voltea hacia el sur, recuerda con nostalgia lo que está dejando atrás.

Crispín–Está bien, ¿qué hago?

El coyote y Crispín caminan hacia el muro, el primero se sube rápidamente y le hace una seña a Crispín para que empiece a cruzar. Ya del otro lado se dan cuenta que la migra viene hacia ellos, los detienen y los encierran por más de 5 horas. Un oficial de migración llega a la celda en donde se encuentran.

Migra-Ok boys, you´re going back to Mexico. Better luck next time.

Ellos son llevados al puente fronterizo y deportados. Una vez en México el coyote pone su mano sobre el hombro de Crispín.

Coyote–No te preocupes, lo intentaremos ahora mismo otra vez pero esta vez sí vamos a pasar.

Crispín, confundido por todo lo que a pasado, obedece al coyote y esta vez sí cruzan con éxito al otro lado.

Coyote–Mira, para allá está el aeropuerto, ahí tomas el avión a Nueva York. Mucha suerte.

Crispín–Gracias.

Crispín llega a Nueva York y un primo lo esperaba muy impaciente en el aeropuerto. 

Primo–Bienvenido primo, ¿qué tal te fue con la migra?

Crispín emocionado y mirando hacia todos lados y todavía temeroso de la migra le contesta.

Crispín–Pues sí, tuve la mala suerte de que me detuvieran la primera vez que intentamos. Me deportaron y luego cruzamos una segunda vez y aquí me tienes.

Primo–Prepárate porque en dos días empiezas a trabajar.

Fin del Tercer Acto

Fotografía de Francely Flores

Acto Cuarto

Encontramos a Crispín en un sótano de los grandes edificios de la ciudad. Trae puesto un delantal y lo vemos lavando trastes. A la salida de su trabajo, casi abordando el tren se encuentra a su antiguo amigo de la infancia, de nombre Pánfilo.

Pánfilo–¡Hola mi gran amigo Crispín, tanto tiempo sin vernos! Oye que haces que te veo tan acabado, te veo con ojeras y con la espalda encorvada, ¿cómo está tu familia?

Crispín–Hola mi querido Pánfilo, así es, me he acabado mucho, tengo 16 años sin ver a mi familia, ya no aguanto de tanto pensar en ellos, yo sé que he sufrido mucho, y la tristeza y el estrés que se vive en este país contribuyen a que envejezca cada día más.

Pánfilo, quien traía un periódico en mano, comenta.

Pánfilo–Oye, hablando de eso, leí en el periódico que hay una organización que trae a las mamás que tienen mucho tiempo que no ven a sus hijos.

Crispín emocionado reaccionó con confusión pero con mucho interés.

Crispín–Oye Pánfilo, ¡que gran noticia! No quiero perder más tiempo, dame más información o cuándo crees que podríamos ir a verlos en persona. Sería para mi un sueño volver a ver a mi mamacita.

Pánfilo–Pues mañana descanso, ¿que te parece?

Crispín–Listo, mañana mismo vamos a esa organización. 

Fin del Cuarto Acto

Fotografía de Francely Flores

Acto Quinto

Al día siguiente en la organización, Crispín y Pánfilo están realizando los trámites para traer a sus mamacitas y están platicando con la señorita de la organización para saber cuales son los requisitos. Crispín nervioso y alegre por la emoción, expresa su ilusión de volver a abrazar a su madre y pregunta.

Crispín–¿Eso es todo? Pues fíjese que yo ya tengo todo los papeles, ¿cuándo viene mi mamá?

Señorita de la organización–Bueno, ahora depende de su mamá que vaya a la embajada de Estados Unidos, allá en la Ciudad de México, para que le hagan una pequeña entrevista.

Después de recibir con mucha emoción la noticia que le dio Crispín, al día siguiente su mama se encuentra en la Embajada Americana. La empleada de la embajada en la entrevista le explica que ella reúne todos los requisitos para viajar a Nueva York.

Mamá–¡Ayyyyyyy qué alegría, por fin voy abrazar a mi muchachito! ¿Qué necesito hacer?

Señorita de la embajada–Nada señora, aquí tiene su pasaporte con la Visa que necesita para entrar a los Estados Unidos.

La mamá de Crispín se levanta muy contenta ve su pasaporte.

Mamá–Gracias Dios mío, gracias Virgencita, gracias a esa organización que realiza el sueño de muchas madres.

Crispín va en el aeropuerto de Nueva York, el vuelo de llegada proveniente de la Ciudad de México se dispone a esperar con ansias de ver a su mamá. Anuncian que el vuelo ya llegó y en un ratito, entre la gente que viene en el mismo vuelo reconoce a su mamá, quien ya en nada se parece a la madre que dejo 16 años atrás. Se dirige a ella con ansiedad y ella lo recibe con los brazos abiertos.

FIN