¿Realmente nos estamos ocupando de lxs ancianxs migrantes? | Molino Informativo

¿Realmente nos estamos ocupando de lxs ancianxs migrantes?

by | Feb 6, 2023 | Comunidades

Tras los tiroteos ocurridos durante la celebración del Año Nuevo Chino, la preocupación de las comunidades afectadas aumentó y la salud mental de sus habitantes se vió afectada. El foco se centró en la presencia en estos hechos violentos de adultos mayores. La conferencia de Ethnic Media Services (EMS) se centró en las lecciones que podemos aprender sobre las vidas de los ancianos migrantes de muchos orígenes, personas que guardan sus historias para sí mismas en la discapacidad que refuerza su sensación de aislamiento y con él viene el miedo.

Los ancianos también son objeto de delitos violentos según el Consejo Nacional sobre el Envejecimiento y las tasas de suicidio también son altas entre los ancianos, comprenden el 12% del total del rango de esta población en todo Estados Unidos. Los ancianos encuentran muchas formas de romper el aislamiento, “no hay una solución rápida, se trata de todos nosotros, Estados Unidos no es país para viejos, este es un llamado a la acción para que nosotros, periodistas y comunicadores, averigüemos qué podemos hacer para servir mejor a nuestros mayores” señaló Sandy Close, directora del EMS.

Expertos en cuidados de ancianos y organizaciones discutieron lo que sucede con las personas mayores. La primer ponente fue Helen Zia, autora, periodista y activista asiático-americana, quien compartió testimonios recogidos a ancianos entre los 70 y 90 años, inmigrantes exiliados que crecieron en tiempo de guerra y trauma, con historias de horror, que nunca antes habían contado a nadie. Ya que la mayoría de los asiáticos en Estados Unidos son inmigrantes, Zia afirmó que, “no sorprende que dentro de nuestras comunidades haya personas mayores que han sido invisibilizadas, que ni siquiera han sido tratadas como seres humanos, que se sienten aislados y que experimentan problemas de salud mental como cualquier otra comunidad que estuviera invisible y aislada”.

Así mismo recordó otros episodios de asesinatos a personas de la tercera edad, como los trabajadores de Fedex en Indiana, que eran personas que tenían más de 60 años y seguían trabajando. Señaló que, “no debemos esperar a otro asesinato en masa para actuar, es importante visibilizar estas historias, en nuestras comunidades saben que debemos tratar de humanizarlos para que sean personas reales”.

Rita Medina, subdirectora de Políticas Estatales y Abogacía en la Coalición por los Derechos Humanos de los Inmigrantes de Los Ángeles (CHIRLA), comentó que aún falta trabajar con la comunidad de adultos mayores, quienes aún con 70 años siguen trabajando, aunque se ha logrado que tengan algunos beneficios como el de la salud.

Al no existir soluciones reales, no solamente en el estado de California sino a nivel Estados Unidos, la población no cuenta con acceso a un retiro. La encuesta de la Comunidad Estadounidense de 2019, destacó que había alrededor de 16,800 personas mayores indocumentadas de 65 años o más que deberían estar en retiro, “estamos hablando de personas que continúan envejeciendo, en ausencia de cualquier tipo de reforma migratoria”, precisó Medina.

Algunos casos llevan esperando más de una década para ajustar su situación, desde trabajadoras domésticas, trabajadores agrícolas, vendedores ambulantes, trabajadores de la construcción. Algunos de estos trabajadores se han comprometido con CHIRLA a organizar siguen siendo indocumentados, algunos de ellos están solos en este país y sus cuerpos se están desmoronando físicamente debido al trabajo, tienen problemas de salud, como por ejemplo, dolor en las rodillas entre otros.

Mientras que los beneficios para las personas mayores se han expandido poco a poco, como el de la salud, el de alimentos para las personas mayores que son indocumentadas, de 55 años o más, fue un compromiso del gobernador, éste se ha retrasado hasta 2027. Medina afirmó que, “es muy difícil encontrar datos exactos de los adultos migrantes ya que la gente tiene miedo de hablar, sabemos que las personas están pagando impuestos, pero no pueden acceder a los beneficios del Seguro Social porque son indocumentados”.

La integrante de CHIRLA, dejó muy claro que incluso si alguien llega a ajustar su situación, podría ser que esta persona haya trabajado con salarios bajos o inconsistentes durante la mayor parte de su vida, por lo que este beneficio no es realmente algo que los sostenga financieramente, finalmente dijo que su organización lanzará en un par de meses, “una campaña de petición que eleve las historias de sus miembros individuales y que observen desde su ingreso a los Estados Unidos y cuales son sus perspectivas a medida que envejecen y cuáles son sus esperanzas para el futuro.

Laura Som, del Centro MAYE para la curación de sobrevivientes de trauma, racismo sistémico, opresión y desigualdad de Long Beach, llegó cuando tenía 10 años a Los Ángeles, refugiada de los Jemeres Rojos, comentó que, “muchos de estos refugiados experimentaron violencia extrema y traumas durante el genocidio, muchos tuvieron y tienen Síndrome de Estrés Postraumático (PTSD), incluyéndome a mí, nuestra comunidad ha luchado con la salud mental durante muchas décadas en Estados Unidos”. Som fue testigo del deterioro de la salud mental de los mayores y de sus comunidades a raíz de las guerras, el Centro MAYE proporciona un medio organizado y culturalmente apropiado para la salud mental y bienestar para refugiados e inmigrantes.

Muchas cosas que impiden que las personas mayores busquen ayuda oportuna y adecuada para abordar los trastornos de salud mental, como el uso inapropiado de enfoques occidentales en las comunidades asiáticas. Se necesitan más terapeutas de horticultura para personas mayores, falta de cobertura de seguro médico para servicios no tradicionales, que sí son tradicionales en la comunidad asiática, muchas regulaciones de armas, espacios verdes, y recreación en los complejos de viviendas para personas mayores. Som también remarcó que la barrera lingüística ha sido un problema, la falta de recursos financieros por parte de fundaciones y de líderes gubernamentales.

Hizo un llamado a los líderes, desarrolladores de vivienda y formuladores de políticas públicas para que sean parte de una solución para evitar que estas tragedias vuelvan a suceder, usando su voz y ejerciendo su derecho a votar por políticas e iniciativas que se alineen a las necesidades de la comunidad para el bienestar, pero lo que es más importante dijo, “es organizar y educar a nuestras comunidades”.

Por su parte el doctor Brett Sevilla, director médico del Centro de Tratamiento y Asesoramiento de Asia Pacífico, afirmó que, “después de los tiroteos, se coordinaron con otras organizaciones de la comunidad asiática para brindar apoyo emocional inmediato, ya que los traumas se presentan de distintas formas, pueden ser físicos, por lo que los impactos de una tragedia se ven a largo plazo”.

Por ejemplo, la mayoría de los ancianos migrantes de Vietnam, Camboya y Laos siguen luchando contra el trastorno de estrés postraumático, cuarenta o cincuenta años después de las guerras que los obligaron a huir como refugiados. “Es importante vincular a las familias con recursos comunitarios para obtener apoyo práctico, llevar a cabo programas de educación y prevención de alcance comunitario y negociar un entendimiento común de lo que puede estar causando sus problemas y qué se puede hacer al respecto a través de un diálogo respetuoso”.