Estado Unidos enfrenta una crisis de sequía, particularmente el estado de California: el cambio climático y las olas de calor, según LA Times, en las dos últimas décadas están ocasionando la peor sequía en 1200 años. Los agricultores enfrentan problemas para el riego de sus cultivos y esta situación ha desatado un debate sobre los derechos de acceso al agua.
Ethnic Media Services invitó a especialistas para hablar sobre el tema, y como cada semana , el Molino Informativo atendió la conferencia el pasado 22 de abril.
El Dr. Rajendra Shende, presidente del Centro de Políticas TERRE y ex director del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente, afirmó que el problema global son 40 mil millones de personas que están enfrentando una grave escasez de agua, es decir casi el 75 por ciento de la población mundial y al menos 2000 millones viven en algunos países donde el abastecimiento de agua no es estable.
Al respecto el especialista comentó que la ONU creó objetivos de sustentabilidad, en particular sobre el agua y sostuvo que existen 33 agencias del organismo internacional que están lidiando con el agua indirecta o directamente. Algunas de las regiones del mundo que sufren estrés acuático son África, en donde gran parte del agua esta por debajo de la tierra, India, China y parte de Europa tienen este problema también, por lo que algunos países están reciclando el agua. Tal es el caso de Omán, en Medio Oriente, con un 78% de su agua, comparado con California que recicla alrededor de un 15%, cabe mencionar que en este estado el 40% del agua usada es recolectada, de la cual 44% es rehusada.
Por otro lado Heather Cooley, director de Investigación del Instituto del Pacifico, organización sin fines de lucro formada por un grupo de expertos a nivel mundial sobre problemas del agua, compartió la situación de California y señaló que está en el tercer año de crisis de sequía, 95% del estado en sequía severa, crisis que no está limitada solamente en aquel lugar sino que se ha extendido por todo el oeste.
Sin embargo el problema es mayor y los efectos del cambio climático están afectando los recursos hídricos de todo Estados Unidos. Un estudio del mes de febrero mostró que en los pasados 22 años, el año 2000 ha sido el más seco y destacó que el cambio climático ocasionado por el ser humano ha provocado que las sequías sean más largas y más fuertes.
Karina Herrera, científica ambiental de la Junta de Control de Recursos Hídricos del Estado de California, enfocó su presentación en señalar que después de la sequía californiana del 2014 al 2017, la legislación aprobó las leyes 606 y 1668 de conservación, en el 2018, en donde se estableció un nuevo marco para la gestión del agua urbana.
También se le dijo a las agencias internacionales que debía haber una conservación de los recursos como una forma de vida, y ante esta nueva sequía están tomando medidas inmediatas de largo plazo, tales como pedir a las personas que disminuyan su consumo de agua en un 50% mediante el uso medido de regar jardines. Especificó que es importante la asociación fuera del ámbito de la conservación del agua, en jardines urbanos, viveros, organizaciones de árboles, adaptación y resiliencia climática entre otras.
Sean Guzmán, quien se desarrolla como gerente de la Unidad de Inspección de Nieve y Pronóstico del Suministro del Agua de California, abrió con un panorama sobre los niveles de nieve de California, los cuales son muy relevantes ya que responden a los niveles de agua, en el 2022 ha registrado el nivel de nieve más bajo que se haya visto antes.
Compartió también algunos de los impactos del cambio climático en la capa de nieve, como el aumento de las temperaturas, que provoca más lluvia en lugar de nieve, especialmente en las elevaciones más bajas, el aumento de la frecuencia e intensidad de las inundaciones invernales en cuencas hidrográficas históricamente impulsadas por el deshielo, la precipitación adicional equivale a un escurrimiento inmediato de la lluvia hacia los embalses en lugar de almacenarse en la capa de nieve para derretirse lentamente en primavera y verano para el suministro de agua, la recreación y la restauración del ecosistema.
Finalmente el doctor Josué Medellín-Azuara, profesor asociado de la Escuela de Ingeniería en UC Merced, habló sobre los impactos económicos de la sequía. Los estimados en el 2021, por la misma causa, fueron de aproximadamente de $1.1 mil millones de dólares en ingresos brutos y en el caso de los empleados los de más bajos recursos fueron los mas afectados.
Las mejoras en los reglamentos de la infraestructura de agua subterránea para las futuras sequías significan cambiar las cosechas utilizando irrigación de déficit, infraestructura natural, manejar la recarga del acuífero, y por último la reutilización de suelos en áreas que carecen de fuentes de agua confiables o cuyas condiciones del suelo pueden comprometer la productividad a largo plazo, lo que podría traer beneficios económicos y de hábitat.
Por último, apuntó a la reconexión de las llanuras aluviales como fundamental para áreas que no han asegurado recursos hídricos y que no mantienen a la agricultura regenerativa. De esta manera la restauración del hábitat pueden ser posible y la introducción de energía solar puede aumentar la resiliencia, reducir las emisiones de carbono y, a la vez, reducir la huella hídrica mientras se mantiene la vitalidad económica.