Organizaciones, colectivos de búsqueda de desaparecidos, líderes comunitarios, familiares de desaparecidos, y grupos afrodescendientes, migrantes e indígenas se movilizarán este próximo 5 de mayo en ciudades de México y Estados Unidos para denunciar la proliferación de las armas, exigir un alto a los discursos de odio de Donald Trump y demandar políticas regionales que priorizan la cultura de la paz y los Derechos Humanos, por encima de la militarización.
Estas manifestaciones, convocadas por el Movimiento de los Pueblos por la Paz y la Justicia, estarán acompañadas en México por los Padres y Madres de Ayotzinapa, la Brigadas Nacionales de Búsqueda de Personas Desaparecidas, El Movimiento Nacional por Nuestros Desaparecidos México, el Movimiento por la Paz, las Co-Redes Negras por la Paz y la Justicia, así como por Albergues de Migrantes. En Estados Unidos, migrantes, sobrevivientes de violencia armada y grupos afroamericanos encabezarán las acciones.
Chilpancingo, Guerrero; Cuajinicuilapa, Guerrero, Tetlanohcan, Tlaxcala; Tapachula, Chiapas; Agua Prieta, Sonora y Ciudad de México, encabezan la lista de ciudades en México, mientras que en Estados Unidos se han confirmado movilizaciones en Kissimmee, Florida; San Francisco, California y Nueva York.
A las 2:30pm, hora de la CDMX, las distintas acciones se conectarán para hacer una transmisión en vivo por las páginas de Facebook y YouTube de Global Exchange y NuestraRedMX.
“Desde Palestina hasta Tapachula,, debemos reconocer que la situación de violencia armada ha llegado a niveles insoportables y en el caso de México y Estados Unidos, no habrá gobierno que pueda resolver esta crisis sin trabajar binacional mente y de mano de las organizaciones y los familiares de las víctimas”, resaltó Marco Castillo, Co-Director de Global EXchange y miembro del Movimiento de los Pueblos por la Paz y la Justicia. “Y por el contrario, los discursos xenófobos, las propuestas de prisiones masivas y la continuidad de políticas militarizantes sin límites, se alejan de la posibilidad de la paz duradera. Es urgente convocarnos sociedad y gobierno a dialogar e impulsar un nuevo paradigma que ponga a las personas y sus derechos al centro de la vida regional. No puede ser posible que exista un Tratado de Libre Comercio sin que exista un Tratado de Derechos Humanos en la región”, concluyó.