Tal vez los sueños, tal vez las balas | Molino Informativo

Tal vez los sueños, tal vez las balas

by | Oct 12, 2021 | La ruta de la violencia

Marco Castillo

Anderson Marco Pablo Mauricio, indígena mam de 16 años, salió de su comunidad en el departamento de San Marcos, en Guatemala, para buscar tal vez un futuro mejor o tal vez, para salir del peligro en que vivía, o tal vez para ayudar a la familia que la estaba pasando muy mal. Y eso, pensó, se logra llegando a los Estados Unidos.

El llegó con otros y otras de su comunidad al a frontera con México, donde encontraron a la Guardia Nacional de México cubriendo los puntos de ingreso con armamento de punta comprado en los Estados Unidos.

Anderson, como miles de migrantes que encuentran al Ejército mexicano en la frontera mexicana, se entregó al “guía”, “pollero” o tratante de personas que le ofreció cruzarlo por rutas alternativas, mucho más peligrosas. Anderson se subió con muchos más, tal vez a un camión de redilas o tal vez a una camioneta. Necesitaba llegar a Estados Unidos.

De acuerdo con defensores de migrantes y periodistas que han documentado la ruta migratoria en México, Anderson pagó entre $5,000 y $9,000 dólares por cruzar México, y viajan hasta 100 personas en un camión. Y cada día salen camiones de distintos puntos fronterizos con rumbo a Estados Unidos[1]. Una industria millonario movida tal vez por los sueños, tal vez por el dinero.

El pasado 26 de Enero, las cenizas de Anderson, de 16 años y en camino a Estados Unidos, fueron encontradas junto con los restos de otras 18 personas en Camargo, Tamaulipas, que como él, tal vez pensaban que ya estaban cerca de cumplir el sueño.

Los cuerpos de estos 18 cuerpos fueron encontrados en una camioneta que tenía 113 impactos de balas que luego fueron recogidas. Hoy se sabe que 12 policías estatales estuvieron involucradas en el asesinato de este grupo de adultos, jóvenes y niños en camino a Estados Unidos.

Los sueños de Anderson, igual que las masacres de migrantes, al igual que en la noche de Iguala de 26 de Septiembre, miles de homicidios en Puebla y en todo el país, terminan con armas y balas vendidas o traficadas a México por Estados Unidos.

Como ejemplo basta decir que entre 2014 y 2020, Estados Unidos exportó más de 1000 armas para el uso de las fuerzas estatales y municipales en Tamaulipas[2]. Es posible que esas armas se hayan usado para terminar con la vida de Anderson y las otras 18 personas.

Anderson Marco Pablo Mauricio tuvo que cruzar escondido y murió buscando tal vez un futuro mejor o tal vez, para salir del peligro en que vivía, o tal vez para ayudar a la familia que la estaba pasando muy mal.

Las armas y las balas que lo mataron llegaron con permisos y a la vista de todos.

No lo sé de cierto, pero tal vez, en 2021, las balas valen más que los sueños de seguridad y trabajo.


[1] https://fb.watch/3yxg7OiFZn/

[2] https://stopusarmstomexico.org/wp-content/uploads/2020/12/Comercio-Mortal_-final.pdf