Desde el 11 de diciembre, los fieles creyentes de la Virgen de Guadalupe, conocida como la Emperatriz de América, comienzan a celebrar su aparición. El lugar más emblemáticos para el festejo de la Guadalupana es la Basílica de Guadalupe en la Ciudad de México, lugar donde se dice que la Virgen se le apareció a Juan Diego en 1531.
Y de este lado de la frontera el festejo a la Virgen de Guadalupe no es la excepción: el Molino Informativo viajó el 11 de diciembre hasta Ramsey, un pueblo ubicado al norte del Estado de Nueva Jersey, donde por segundo año se festejó a la Guadalupana. El salvadoreños Marvin Isaías Ascencio Hernández es uno de los organizadores del evento, quien migró cuando apenas tenía 15 años en busca de oportunidades que le fueron negadas en su país.
Ascencio recuerda que en su camino hacia Estados Unidos siempre se mantuvo firme en su fe a la Virgen; al llegar aquí esa fe se fue desvaneciendo, pues la vida no fue fácil. Sin embargo, hace unos años, esa misma fe regresó y lo hizo llegar a la iglesia de Saint Paul, en Ramsey, donde se desempeña como Ministro, y desde hace un año decidió organizar con el apoyo del párroco y otros feligreses esta celebración tan importante para ellos. Ascencio dijo sentirse muy contento ya que aunque no es mexicano su corazón es guadalupano, y quiere que las futuras generaciones sigan con la tradición, pero sobre todo que no pierdan la fe, pues por el hecho de estar en otro país no se debe olvidar lo que somos.
Los asistentes, en medio de cantos y el baile de la “Comparsa la Chinelita”, disfrutaban con sus familias. Una de ellas es Victoria Pérez, originaria de Veracruz, México, quien con su hija en brazos, ambas vestidas con un traje típico mexicano, contó lo feliz que se sentía al poder ser parte de esta celebración. Ella dejó a su familia hace 20 años y desde niña le fue inculcada esta fe, por lo que ella está haciendo lo mismo con su hija, donde según su tradición los visten de “inditos” y los presentan a la virgen al cumplir los 3 años.
El señor Alfonso González, integrante de la “Comparsa la Chinelita”, es originario de Cuautla, Morelos, México, y curiosamente nos dijo que su nieto lo impulsó a bailar, pues al escuchar la música, se ponía cualquier trapo y una cubeta a manera de traje de chinelo. Así fue como Don Alfonso comenzó a bailar hace 2 años; dice que cuando lo hace su corazón se llena de alegría, pues le recuerda cuando iba en bicicleta desde Cuautla hasta la Ciudad de México a visitar a la Guadalupana.
Por su parte el señor Lucio Palacios nos contó que su pequeña hija baila desde muy temprana edad y aunque ella al igual que el nieto de Alfonso nacieron en Estados Unidos, aman las costumbres de sus padres. Palacios, originario de Puebla, y su esposa de Tlapa de Comonfort, Guerrero, seguirán bailando para que las nuevas generaciones no olviden su origen y sus tradiciones.
El día 11 en Passaic, Nueva Jersey, una de las ciudades más importantes del estado, por ser la más poblada de mexicanos del estado de Puebla y ser uno de los centros de distribución de productos mexicanos de la costa este más grandes, también se festeja en grande a la Guadalupana.
Passaic tiene una diversidad cultural muy amplia,: hace algunos años hubo una disputa muy grande entre el alcalde de origen dominicano y la comunidad mexicana, ya estos últimos instalaron un pequeño santuario conocido como el de la “Virgen del Tronquito”, pues según cuentan los vecinos ahí se apareció la Guadalupana. Dicha pieza del árbol fue retirada y hasta el momento no ha sido devuelta a quienes han estado al frente de este conflicto, que son la Mayordomía Guadalupana de Passaic.
Desde hace 11 años, familias completas llegaron al mismo lugar –sin importar una fuerte tormenta de agua nieve acompañada de viento–, para celebrar a quien ellos llaman “la madre de todos los mexicanos”, con rezos, cantos, bailes de otra comparsa de chinelos, tamales y champurrado para calentar el cuerpo. De igual manera recordaron a quienes ya se adelantaron y que fueron parte importante de la mayordomía, uno de ellos fue Asunción Flores, quien se mantuvo firme defendiendo ese espacio donde apareció la Virgen: así es esta comunidad que llora, canta y se levanta lejos de su tierra.