Mujeres activistas y representantes de organizaciones de defensa y empoderamiento de mujeres de origen asiático, presentaron cifras de ataques de odio y estrategias que estas organizaciones están implementando para protegerse del acoso y la violencia creciente.
El más reciente caso ocurrido fue el pasado 13 de febrero, con el brutal asesinato de Christina Yuna Lee en el Barrio Chino de Manhattan, Nueva York, después de haber sido perseguida hasta su departamento. Pero de acuerdo con Sun Yeon Choimorrow, Directora Ejecutiva del Foro Nacional de Mujeres Estadounidenses del Pacífico y Asia (NAPAFW, por siglas en inglés) la violencia contra las mujeres de origen asiático no es nueva, y más bien es algo que la pandemia agudizó e hizo más visible. Yeon dijo que las mujeres asiáticas y del pacífico experimentan un mayor acoso porque son un objetivo tanto por su raza como por su género en todos los ámbitos.
Según la encuesta que NAPAFW llevó a cabo a principios del 2021, más del 70% de las mujeres asiático-americanas que votaron experimentaron algún tipo de acoso entre junio de 2019 y enero del 2021. En marzo se esperan los resultados de una nueva encuesta.
Yeon recordó que desde la primera mujer migrante asiática traída de China a Estados Unidos en 1834 por un empresario, de nombre Aifon May, fue exhibida públicamente como “la dama china”, por sus pequeños pies y en general su aspecto, y durante esta exhibición las personas pagaban para verla. De acuerdo con Yeon, esta historia influyó mucho en la percepción de los estadounidenses hacia las mujeres asiáticas, que desde el principio las vieron como objeto de entretenimiento y experiencia que habría que consumir.
Además de estos estereotipos, en Estados Unidos comenzaron a surgir leyes como la Ley de Exclusión China 1882, que incluía propaganda racista. Por lo anterior, Yeon afirmó que las formas como estas mujeres han sido mostradas desde el siglo pasado en los medios de comunicación ha jugado un papel importante para hacerlas blanco de estos ataques de odio, que en algunos casos ha llegado a ser mortales.
Por su parte, Marita Etcubañez, directora de Estrategias para el Avance de Justicia (AAJC, por sus siglas en inglés), una organización sin fines de lucro fundada en 1991 en Washington, D.C., afirmó que faltan reportes de estos casos de ataques de odio, y los pocos que se hacen son de la policía y de organizaciones como STOP AAPI HATE, organización que rastrea incidentes de odio y discriminación a las comunidades AAPI.
Frente a esta necesidad de registrar, visibilizar y detener los ataques, Marita dijo que en 2020 se capacitaron 150 mil personas como aliados para estar protegidos entre sí. Además, la activista dijo que se necesita un cambio en las políticas, como en mayo del 2021 cuando obtuvieron su primera victoria con la Ley Contra el Odio, de cara al COVID-19, la cual incluye mejoras específicas en la recopilación de datos, capacitación de las autoridades, de los departamentos de justicia, el desarrollo de sistemas para informar y reportar inclusive aquellos que hablan casi nada o nada de inglés, apoyos económicos, defensa de los programas de asistencia social ya existentes, y empoderamiento de la comunidad de origen asiático.
Finalmente, Michelle Kang, inmigrante coreana-estadounidense de primera generación, y Secretaria General del Comité Coreano Americano de Atlanta Contra el Odio Asiático, dijo que a través del comité que dirige, buscan construir espacios donde no solo la comunidad asiática se sienta segura, sino donde ninguna comunidad inmigrante o negra sea excluida.
Kang recordó la masacre en Atlanta en marzo del 2021, ocurrida en tres salones de masaje y donde murieron 8 personas, 6 de ellas mujeres de origen asiático. Para no olvidar estos y otros hechos, este mes de marzo, mes de la historia asiática, organizaciones como la suya han creado espacios para que las personas puedan compartir sus ideas en contra del racismo sistémico y el odio.
Kang afirmó que los diferentes grupos étnicos asiáticos se han unido durante la pandemia para fortalecer sus relaciones de apoyo entre sus comunidades. También habló sobre las marchas que han hecho para detener el odio no sólo contra las personas asiáticas sino a las demás comunidades migrantes, como judíos y la raza negra. Durante estas movilizaciones AAPI ha demandado que se terminen los crímenes de odio y la xenofobia.