En algunas zonas de la California rural, predominantemente blanca, las minorías étnicas, particularmente, personas migrantes latinoamericanas, comunidades negras y de origen asiático, experimentan el racismo como un hecho cotidiano: desde el discurso de odio y el acoso en las escuelas hasta la discriminación en el lugar de trabajo y el barrio en donde se vive. Muchas personas afirman sentirse muy lejanas de la administración local y desconfían de ella para denunciar.
Iniciando en mayo de 2023, una de las nuevas respuestas a esta vieja situación de odio, ha sido la creación de la línea de comunicación directa con una serie de recursos provenientes del estado. CA vs Hate es una nueva iniciativa que proporciona una respuesta inmediata y sin intermediarios a estas preocupaciones y al aumento en los últimos años en los delitos de odio denunciados en California, que según los datos estatales casi se han duplicado desde 2019.
“Es la primera vez en la historia californiana que tenemos una línea directa estatal. Esto ayuda a personas y comunidades que son el blanco de crímenes de odio, para que se reporten y ubiquen opciones en los siguientes pasos. Es una herramienta que sirve para las personas que sufren estos ataques y da recursos culturalmente apropiados con el contexto en donde se viven”, precisó Kevin Kish, director del CA Rights Department.
Kish también señaló que este servicio tiene conexión directa con servicios legales, con recursos de salud mental, atención financiera aunque no comunica con la policía a pesar de ser una respuesta directa al aumento de crímenes de odio en los últimos años.
“Entre 2011 y 2015 –continuó Kish– se llevó a cabo una investigación por parte del gobierno federal en donde se concluyó que los crímenes de odio no son reportados adecuadamente gracias a los prejuicios del origen étnico, la identidad de género o la preferencia sexual”.
“Para eso está esta línea”, insiste el funcionario, para que independientemente de lo que haya ocurrido, se dé el apoyo, no sólo en inglés sino en más de 200 idiomas. Otro dato relevante de la implementación de esta línea telefónica es que la mayoría de los reportes proviene del 80% de los condados no rurales del estado, por lo que aún queda una tarea grande por hacer en materia de información y prevención.
Marlene Thomas, directora ejecutiva del Comité de Justicia Social del Valle Imperial, ubicado al sur de California, confirmó que hace falta una labor enorme para que se tenga más información sobre esta línea y sobre los recursos que existen en el estado para atender las denuncias por crímenes de odio y su prevención.
“El Valle Imperial, antes blanco, ahora es mayoritariamente latino y se dan muchos casos de crímenes de odio, muchos de ellos cometidos, sin embargo, por las fuerzas del orden, por lo que con ello se acab la confianza en las autoridades”, compartió Thomas
Para Gaonou Vang, manager de las Comunicaciones y la Narrativa en Hmong Innovating Politics, quien atiende a la comunidad hmong (proveniuente de Cambodia y Vietnam), la prevención de los crímenes de odio también representa un proceso de educación, en cual, “se gane la confianza y la atención, especialmente de las juventudes”. En su estrategia particular señaló que para combatir el odio, “se tiene que fortalecer la idea de pertenecer y la de creer, es decir, empoderar para que exista más respeto”.
Finalmente, Kish precisó que en el orden en que se presentan generalmente los prejuicios que motivan crímenes de odio está, “en primer lugar, el prejuicio racial, en segundo lugar la identidad de género y en tercero, el prejuicio sobre la preferencia sexual”.
Y concluyó que, “si bien es cierto que estos crímenes no son nuevos, este recurso de la línea directa sí lo es y la gente sabe que funciona, la usan para denunciar y pedir ayuda, por lo que no hay que perder la esperanza en que esto crezca más, tenemos derecho a ser libres en este estado”.
CA vs Hate 1-833-866-400 en horarios de atención de lunes a viernes, de 9 de la mañana a las 6 de la tarde.
Al final de la conferencia de Ethnic Media Services se proyectó un video en donde varias personas migrantes hablan de su temor –compartido– a las redadas de deportación a las que pueden someterse en un futuro muy cercano. A este video se reaccionó, por parte de los ponentes, insistiendo en la necesidad de informarse de los recursos de atención y en la urgencia de atender la información que logran difundir las organizaciones de base para que no se pierdan estas historias.