La actual temporada de influenza en Estados Unidos es la peor en los últimos 15 años. De acuerdo con datos de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC por sus siglas en inglés), más de 29 millones de casos se han registrado, de los cuales 370 mil han requerido hospitalización y 16 mil más han terminado en fallecimiento.
“Esto es una de las peores epidemias y nos tomó por sorpresa a todas y todos, se creía que esta sería una temporada normal”, señaló el doctor Peter Ching-Hong, profesor de medicina y del programa de enfermedades infecciosas del huésped inmunodeprimido de la Universidad de California, San Francisco. “Esto también se debe a los bajos niveles de vacunación, particularmente entre la población menor a 65 años y en las infancias, de las cuales se han registrado 86 decesos, lo cual es muy grave”.
“¿Cómo te puedes proteger de la influenza? Hay de distintos tipos porque hay diversos tipos de este virus, nunca es tarde para vacunarse”, explicó Ching-Hong.
Para el doctor de la Universidad de California, es necesario que se desarrollen nuevas y mejores vacunas y que exista una educación entre la población para identificar a tiempo los síntomas a tiempo, y de ser necesario acudan a los servicios médicos.
Por su parte, el doctor Daniel Turner-Lloveras, ejecutivo y CEO de The Latino Health Innovation Alliance | SaludConTech y profesor adjunto de medicina en la Universidad del Sur de California Keck School of Medicine, planteó la interrogante de por qué existen sistemas de salud pública y de hospitales y gobierno y Estado, a lo que respondió, “en principio para asegurarse de que todo el mundo que vive en el país se le cuide y que hay un sistema en pie que se asegura de que todo siga en pie. Sabemos que si ocurrieran deportaciones masivas y que todas las personas migrantes se fueran, la economía se devastaría, por ejemplo, en California, la agricultura es lo que más nos deja dinero. Tenemos que ver las consecuencias y convertirnos en un país más saludable”.
“El hecho de que estén regresando enfermedades –continuó Turner-Lloveras– que prácticamente estaban erradicadas y que las vacunas ya no funcionan nos va a costar mucho y nos va a costar años recuperarnos”.
Benjamin Neuman, profesor de biología y antiguo jefe virólogo en el Global Health Research Complex, de la Universidad Texas A&M, aseguró que la no aprobación de nuevas vacunas “es una decisión política y esto nos afecta de una manera negativa”.
Neuman explicó que, “los virus nos ven como un colectivo y en este sentido si éste llega a una persona es muy fácil que llegue a una segunda, a una tercera y a una cuarta, si no estamos vacunados corremos mucho riesgo y es ahí donde los virus tienen éxito o no”.
Para Turner Lloveras, las complicaciones par acceder a las vacunas también dependen del transporte público, de qué tan cerca estén los servicios de salud, por eso es importante “llevar las vacunas a los centros de trabajo, a los lugares en donde la gente se gana la vida”. La serie de deportaciones y nuevas políticas migratorias generan un miedo que impide que, en caso de ser necesario, las familias lleven a sus familiares enfermos a los hospitales, por miedo a ser deportados.
“Ya se ha visto que las infancias latinas tienen dos veces más posibilidades de llegar a la hospitalización por influenza o de enfermarse, por eso es mejor ir a los lugares, hospitales y clínicas móviles que tienen protección explícita contra ICE”.
Neuman, finalizó enfáticamente asegurando que las vacunas “no son una decisión individual sino una responsabilidad social, por lo que hay que trabajar en este sentido. Cualquier promoción antivacuna es una irresponsabilidad, así como el más grande antivacunas dirigiendo la mayor institución de salud del país, es un desastre”.