El conflicto entre Israel y Palestina ha generado una grave crisis humanitaria que lleva más de tres meses. Durante este período, se estima que cerca de 23 mil personas, incluyendo niños y mujeres, han perdido la vida como resultado del genocidio perpetrado por Israel. Alrededor del 90% de la población de la Franja de Gaza ha sido desplazada.
Sin embargo, el pasado 11 de enero, Estados Unidos y el Reino Unido bombardearon Yemen, en respuesta por la solidaridad de este país con Palestina. La acción militar sólo exacerbó la crítica situación en la región. Desde el inicio del conflicto, el 7 de octubre de 2023, las voces que exigen un alto al fuego se han extendido por todo el mundo. A través de las redes sociales y algunos medios de comunicación, hemos presenciado multitudinarias movilizaciones, especialmente en Estados Unidos, donde la gente ha salido a las calles para expresar su rechazo al gobierno y exigir que sus impuestos no sean utilizados para financiar guerras.
El sábado 13 de enero, se llevó a cabo una marcha global en respuesta al avance del genocidio, la cual convocó a participantes de aproximadamente 141 países. La capital de los Estados Unidos no quedó excluida, en Washington las organizaciones “Musulmanes estadounidenses por Palestina”, “Círculo Islámico para América del Norte” y “Answer Coalition” convocaron una manifestación que obtuvo una respuesta inmediata, a pesar de ser lanzada con pocos días de anticipación.
Personas provenientes de diferentes partes del país, así como, comunidades religiosas, étnicas y políticas, llegaron a Freedom Plaza tanto para sumarse a esta masiva protesta. Según estimaciones realizadas por algunos medios, más de 400 mil personas, se congregaron en la plaza para expresar su rechazo al “genocidio” que está ocurriendo en Palestina. Cabe destacar que el lugar se llenó en cuestión de minutos con banderas palestinas y carteles que decían: “Cease Fire Now”, “Biden is a genocide”, “Free Palestine”.
Aunque el Molino Informativo, no tuvimos acceso al frente del escenario donde los oradores presentaron sus demandas, logramos escuchar algunas de ellas. Una petición clave fue dirigida al presidente Joe Biden: poner fin al apoyo militar y financiero hacia Israel. Exigieron cuentas por los crímenes cometidos por Israel contra los palestinos. Durante el evento, tuvimos la oportunidad de recopilar algunas impresiones de los asistentes. Martin Valera, originario de Costa Rica, expresó: “No podemos ir contra nosotros mismos, no podemos pestañear. No es posible que en 2024 estemos presenciando un genocidio”.
Maryam dijo que organiza reuniones en su comunidad para crear conciencia y difundir información en las redes sociales. A pesar de que ha sido investigada y censurada en Instagram, incluso le han cerrado su cuenta más de una vez, ella afirmó que “en este punto, probablemente todo el mundo sabe lo que está pasando en Gaza y eso no habría sido posible sin los esfuerzos de cada persona que está ahora en esta tierra, o incluso aquellos que no pueden presenciar algo así. Pero siempre está en nuestros corazones. Eso es lo primero en lo que pensamos cuando nos despertamos”.
Mientras la marcha comenzaba, nos abrimos paso entre la multitud para buscar diferentes perspectivas. En medio de ese tumulto, encontramos a Salma quien también viajó desde Nueva York y ha estado en la mayoría de las protestas en apoyo a Palestina. Al preguntarle sobre la importancia de mostrar apoyo visible al Estado palestino en su lucha contra la opresión, Salma respondió de manera contundente:
“Creo que es bastante obvio. Imagina que un país más grande, que no debería estar ahí en primer lugar, esté bombardeando indiscriminadamente a niños y personas inocentes. Estas personas no pueden escapar ni hacer nada para protegerse. Luego ves los videos desgarradores de niños muriendo en hospitales y gente pereciendo en campos de refugiados. Eso está mal, completamente mal. Incluso si se supone que han cometido algún delito, fue como respuesta a la opresión que sufren. No están tratando de abusar de nadie, sino que están siendo abusados ellos mismos. Por lo tanto, creo que es totalmente lógico e imperativo brindarles nuestro apoyo”, señaló.
Cuando empezamos a recorrer la Avenida Pensilvania, vimos a una mujer vestida con un traje de danzante azteca gritando “¡Palestina libre!”. Sí, era Carmen Guerrero, una reconocida activista mexicana radicada en Filadelfia. Al acercarnos a ella, nos dijo de inmediato su postura en relación al conflicto entre Israel y Palestina. “Estoy demandando el cese del fuego y el desmantelamiento de las armas israelíes como muestra de solidaridad”. Cuando le preguntamos sobre el juicio que Sudáfrica ha interpuesto contra Israel, rápidamente respondió: “Es una de las partes más importantes para detener a estos genocidas sionistas que no solamente quieren acabar con los palestinos, sino que van a acabar con toda la humanidad”.
La activista denunció el trato injusto hacia Gaza, enfatizando que no es un país ni posee un ejército. Para ella, “estamos aquí en la calle luchando porque las voces del pueblo tienen poder y nosotros tenemos la decisión de detener este genocidio”. Hizo un llamado a los mexicanos, les pidió dejar el miedo de lado y reconocer la lucha de los palestinos como propia, criticó la estigmatización al llamarlos terroristas mientras a los mexicanos se les tacha de criminales. Propuso unirse en solidaridad con Palestina y otros pueblos hermanos, recordando cómo los zapatistas también mostraron su apoyo: “Nosotros somos indígenas y debemos estar en esta lucha porque nos están robando nuestro territorio, nos están saqueando nuestros recursos… Debemos salir a la lucha junto con ellos y no solo los palestinos, sino toda la humanidad, porque estos están arrasando con todo”.
Durante el recorrido hacia la Casa Blanca, las voces de cientos de personas resonaban sin cesar, exigiendo un alto al fuego inmediato mientras cargaban banderas enormes. Nos acercamos a Mohamed, originario de Pakistán, quien viajó desde Michigan junto con su pequeño hijo. Con determinación en los ojos y la voz cargada de convicción, compartió sus pensamientos: “Esto que está pasando es terrible, no podemos cerrar los ojos y hacer como si nada estuviera sucediendo. He traído a mi hijo aquí para que sea testigo de lo que ocurre, para que en el futuro no viva en silencio bajo la sombra de una injusticia”.
Finalmente, en nuestro camino de regreso, tuvimos la oportunidad de hablar con Temur Amat, nacido en Escocia, de padres pakistaníes. Al igual que Carmen, expresó su opinión sobre la importancia del juicio contra Israel, aunque reconoció que será difícil ver resultados inmediatos. Sin embargo, afirmó que este juicio marca el inicio de un proceso largo. Para él, es la primera vez en su vida que percibe a Israel como intocable y considera que ha comenzado el fin del sionismo.
Temur también se refirió a los intentos de imposición por parte de la Casa Blanca y comentó: “Ellos siempre buscan tener el control. Control y tierra”. Mencionó la importancia de seguir visibilizando esta problemática porque, “no podemos permitir más actos terroristas”.