El estado de Nueva Jersey, situado en la costa este de los Estados Unidos, alberga una población muy diversa. A diario, miles de inmigrantes contribuyen a sostener la economía del estado. Sin embargo, la mayoría de ellos carece de derechos básicos como acceso a la salud, viviendas asequibles y salarios justos. Ante esta situación, varias organizaciones como New Labor, Adhikaar, Lazos América Unida y Casa Freehold. entre otras; hace seis años emprendieron una lucha por los derechos de las trabajadoras del hogar.
Para lograr este objetivo, las organizaciones impulsaron la iniciativa conocida como “Declaración de Derechos de las Trabajadoras Domésticas de Nueva Jersey (A822/S723)”. La asambleísta Timberlike Birtnee fue la encargada de llevar esta propuesta a todas las instancias del gobierno estatal con el fin de obtener su aprobación. En una de las salas de la Oficina de Servicios Legislativos, completamente llena, se realizó la votación.
Antes del escrutinio, la asambleísta compartió la historia de su abuela, por quién decidió apoyar a las trabajadoras domésticas de Nueva Jersey, dijo: “Me gustaría empezar hablando de Harry Ellis, una trabajadora doméstica originaria de Georgia, (Carolina del Norte) y que después se mudó a Harlem (Nueva York), durante el periodo de la migración negra en busca de una vida mejor. Allí trabajó como niñera y cocinera para familias adineradas y finalmente se trasladó con su familia a Nueva Jersey en busca de mejores oportunidades”.
La asambleísta enfatizó que su abuela le enseñó sobre la importancia de luchar por los derechos básicos de los trabajadores durante su primer año de universidad. Afirmó que en Nueva Jersey existen aproximadamente 50.000 trabajadoras domésticas que viven con miedo debido a la falta de protección laboral y salarios justos. “A pesar de cuidar nuestros hogares y seres queridos, estas trabajadoras no tienen los derechos ni la dignidad que merecen. La exclusión injusta de los trabajadores del cuidado domiciliario y sus empleadores de las leyes laborales básicas ha sido resultado de una discriminación histórica basada en razones raciales”.
Es alarmante que esta legislación discriminatoria aún persista en Nueva Jersey y otros estados. La Alianza Nacional de Trabajadores Defensores ha luchado incansablemente, junto con otras organizaciones comunitarias para cambiar esta situación, señaló. Es hora de poner fin a la exclusión, garantizar que todas las trabajadoras domésticas gocen de beneficios laborales y seguridad económica. En honor a su abuela y sus antepasados, la asambleísta se comprometió a seguir luchando por el reconocimiento de los derechos básicos de las trabajadoras domésticas.
Cabe destacar que esta misma iniciativa ya ha sido aprobada en 10 estados como Nueva York y Filadelfia. La iniciativa fue aprobada el pasado 08 de enero, con un total de 47 votos a favor y 26 en contra. Una victoria significativa para este sector. Este logro representa un paso importante hacia la garantía de derechos fundamentales para las trabajadoras del hogar en el estado.
El Molino Informativo estuvo presente desde el inicio de la asamblea hasta que terminó la votación y, una vez fuera, pudimos recoger las impresiones de algunas de las asistentes, quienes portaban una corona de papel celebrando su victoria. Era evidente que su lucha no había sido en vano. Conversamos con Tsering Lama, Gerente de Políticas de la organización Adhikaar (que significa derechos en nepalí), fundada en 2005, que lucha por los derechos humanos y la justicia social. Desde Adhikaar han ayudado a muchas familias, capacitando a nuevos líderes e implementando nuevas leyes locales, estatales y nacionales.
Lama afirmó: “Representamos a las trabajadoras hablantes de nepalí y formamos parte del grupo que aprobó la Declaración de Derechos de las trabajadoras domésticas en Nueva York. Y esta vez nos unimos desde la Coalición Nacional de Trabajadoras Domésticas y a los grupos del centro y sur del estado de Nueva Jersey para luchar juntas”. Además, expresó su satisfacción por el resultado obtenido, ya que esto garantizará la protección de miles de estas trabajadoras.
Por su parte, Isabel Basurto, originaria de Putla de Guerrero (Oaxaca), miembro de la Alianza Nacional de Trabajadoras Domésticas, voluntaria en la organización Lazos América Unida, llegó con su hijo en brazos para escuchar el resultado de la votación. Se unió a la lucha hace muchos años y al igual que las demás trabajadoras domésticas presentes sintió que todo valió la pena. Afirmó: “Necesitábamos salir de las sombras”.
Aunque actualmente se dedica a su hogar, para ella fue importante formar parte de esta iniciativa. Isabel mencionó que comenzó a trabajar como niñera en México desde los 13 años. Sin embargo, el trabajo que desempeñaba iba más allá de cuidar niños, pues incluía limpiar y cocinar, todo eso por el mismo pago. Tanto en México como en Estados Unidos, esta situación continuó, se enfrentó a salarios injustos y condiciones laborales peligrosas, como el contacto con químicos que a largo plazo provocan enfermedades crónicas. En el pasado había participado en asambleas sin obtener resultados positivos. Isabel afirmó que hay mucho que celebrar tras este logro histórico.
En tanto, Teresa Vivar, Directora Ejecutiva de Lazos América Unida, oriunda de Oaxaca, expresó que están trabajando en diversas iniciativas, entre ellas la de Acceso al Lenguaje, que fue aprobada el mismo día. Esta iniciativa establece que las dependencias del gobierno estatal deben proporcionar información vital en al menos 15 idiomas, incluidos el español, el punjabi, entre otros. Además, añadió que su siguiente objetivo será luchar para que las lenguas originarias sean incluidas.
Mientras algunas mujeres se concentraban en uno de los pasillos, Dolly Hernández, Directora Ejecutiva de Casa Freehold, tomó la plabra. Reconoció que los testimonios de cada una de las trabajadoras fueron lo más importante, ya que personas como ella solo fungieron como enlace. Otra participante mencionó que, como trabajadora del hogar, el triunfo pertenecía a todas y era por el bienestar de sus hijos para evitar que sufran lo mismo por lo que ellas han pasado; otras comentaban que fue un buen comienzo de año. Entre porras, risas y consignas como “¡Si se pudo!” y “Somos mujeres, no máquinas”, mencionaron que esto solo fue una pre-celebración.
Con la implementación de esta nueva ley, se busca mejorar significativamente las condiciones laborales y sociales, asegurando salarios justos y seguridad en sus lugares de trabajo.