“La violencia doméstica es la forma de violencia más antigua y generalizada del mundo”, dice la autora y ensayista feminista Angela Davis. Este tipo de violencia ha sido aceptada durante mucho tiempo como una parte inevitable del complejo tejido de las relaciones familiares en todas las culturas, incluida la estadounidense. Estudios revelan que una de cada tres mujeres y uno de cada seis hombres en Estados Unidos, ha experimentado violencia doméstica en algún momento de su vida. Hoy en día, existe un movimiento creciente para romper con esto.
Los oradores que participaron en la rueda de prensa convocada por Ethnic Media Services, en conjunto con la fundación Blue Shield of California, el pasado 03 de noviembre, discutieron sobre los tres recientes esfuerzos para encontrar soluciones contra la violencia doméstica. La primera es a través de la legislación, la segunda son las reformas en los tribunales y, la tercera, refiere a la movilización de base por parte de sobrevivientes de abusos, utilizando medios de comunicación social.
La conferencia comenzó con un breve extracto de los comentarios realizados por Angela Davis hace unos días. Davis es una distinguida profesora emérita de UC Santa Cruz, autora veterana y activista. En dicho extracto, expresó su opinión sobre la violencia doméstica y de género, afirmando que este tema político ha sido silenciado durante mucho tiempo. Mencionó también que muchas canciones interpretadas por mujeres negras, como Bessie Smith, abordan esta problemática desde sus relaciones personales.
Davis señaló que a pesar de algunos avances, la violencia prevalece en el mundo actual. Aunque ella misma no tuvo experiencias directas durante su infancia, admitió sentirse impotente al respecto. Anteriormente, se creía que este fenómeno era natural e inevitable, sin embargo, en la actualidad se están logrando avances significativos. Dijo sentirse esperanzada por el cambio.
Por su parte, la Senadora estatal de California Susan Rubio, demócrata por Baldwin Park y sobreviviente de violencia doméstica, tiene una visión clara ante el problema. Para ella, aunque el progreso legislativo es lento, hay personas comprometidas que brindan seguridad a las familias. Destacó la importancia de proporcionar recursos para las víctimas de violencia doméstica y criticó la falta de opciones para aquellas que necesitan huir de situaciones abusivas.
Rubio también resaltó la necesidad de establecer metas claras y medibles en los programas de asistencia financiados por el gobierno estatal. La Senadora mencionó su labor en la aprobación de la Ley Phoenix, que extendió el plazo de prescripción para las víctimas de violencia doméstica, aunque no se logró ampliarlo tanto como ella esperaba. Además, expresó la importancia de educar adecuadamente a los profesionales encargados de analizar casos de violencia doméstica y custodia infantil. Uno de sus principales objetivos es trabajar para cambiar la narrativa de las víctimas.
Tina Swithin, fundadora de One Mom’s Battle (La batalla de una mamá), también es sobreviviente de violencia doméstica y abuso posterior a su separación. Su intervencion inicioó con estas palabras: “Estoy aquí como defensora dedicada a crear conciencia sobre la crisis en el sistema de tribunales de familia”. Swithin actuó como su propia abogada para proteger a sus hijas, luego de sufrir abuso financiero. A pesar de no poder contratar un abogado, logró obtener una orden de restricción a través de la cual se le otorgó el uso exclusivo de su casa. Sin embargo, su expareja violó la orden sin consecuencia alguna. El Servicio de Protección Infantil consideró al exmarido como una amenaza moderada pero permitió que las hijas regresaran con él los fines de semana. Producto de la falta de apoyo del consejo, tuvo que interactuar varias veces con las autoridades para proteger a las menores.
En el primer año, durante una evaluación de custodia señaló que el consejo priorizó los derechos paternos sobre la seguridad de las niñas. Esto llevó a Swithin a comprender la importancia de tener una estrategia; comenzó a ir al juzgado como observadora para aprender sobre casos similares y prestó atención a la jurisprudencia mencionada por los abogados. En 2012, después de solicitar una segunda evaluación, finalmente logró proteger a sus hijas. Reconoció el privilegio que representa su color de su piel, Swithin entendió que las comunidades marginadas enfrentan desafíos adicionales en este sistema.
Finalmente, decidió defenderse a sí misma y ayudar a otros a comprender el sistema y la importancia de tener una estrategia. Actualmente su blog cuenta con más de 250,000 miembros en todo el mundo, ha estado involucrada en cambios legislativos y audiencias del Senado en California. También fundó una campaña para concientizar sobre los tribunales de familia en Estados Unidos.
Swithin agradeció a los periodistas por cubrir temas relacionados con el Tribunal de Familia, ya que durante mucho tiempo se ha evitado abordar este tipo de historias. Además, destacó que después de una separación, el abuso doméstico continúa, pues “el abuso que viene después de que termina la relación es mucho peor que dentro de la relación”, concluyó Tina.
Por último, Viji Sundaram, reportera de San Francisco Public Press y cofundadora de Narika, un grupo de defensa sin fines de lucro que trabaja con mujeres estadounidenses del sur de Asia, relató la historia de una pareja pakistaní que ella misma documentó.
La joven Mariam se casó con la expectativa de que su esposo, un ingeniero de software con un alto salario, le proporcionaría una vida cómoda. Sin embargo, poco después del matrimonio, descubrió que su esposo tenía bajos ingresos y estaba involucrado en la producción de películas pornográficas en casa.
Con el tiempo, Mariam decidió tener un hija pensando que eso mejorarían las cosas, pero su esposo le pidió participar en una película. Descontenta con la situación, ella decidió abandonarlo y huir a Pakistán con su hija. Durante los siguientes tres años, trabajó como asistente de vuelo, mientras era buscada por la justicia, a causa de unos documentos relacionados con las actividades ilegales de su esposo. Finalmente, recibió ayuda legal y logró obtener protección contra él. Sin embargo, enfrentó dificultades en el sistema judicial, donde no creyeron sus acusaciones y perdió algunas batallas legales.
La familia de Mariam había escuchado sobre el trabajo de Sundaram y la buscó para pedir ayuda. Aunque Mariam no sufrió abuso físico, el abuso psicológico estaba presente. Sin embargo, en estos casos, al no existir pruebas contundentes, no existe apoyo hacia las víctimas. Al final, ella pudo demostrar su inocencia y comenzar una nueva vida.
En resumen, todas las ponentes estuvieron de acuerdo en que el sistema de justicia requiere mejoras significativas. Rubio expresó que su objetivo es revisar los casos de violencia doméstica y custodia infantil, además de brindar una educación adecuada a aquellos encargados de tomar decisiones cruciales.