En muchas culturas, se considera que las personas mayores son fuente de sabiduría, mientras que los más jóvenes pueden ser una fuente de conocimiento. Esta narrativa ha sido predominante en Estados Unidos, donde los ancianos son vistos como estadísticas, abuelos que comparten historias y tradiciones familiares. Sin embargo, en la cultura actual prevalece la discriminación por edad, en el entretenimiento, los medios de comunicación, el lugar de trabajo y, especialmente, en la atención médica.
Expertos debatieron sobre el sesgo por edad en una conferencia convocada por Ethnic Media Services. Allí se discutió sobre el Plan Maestro para el Envejecimiento de California, el cual incluye una sección dedicada al tema y desarrolla las siete etapas del Alzheimer. Las personas que padecen esta enfermedad pueden participar activamente en la fuerza laboral durante varios años, incluso hasta las primeras cuatro o cinco etapas.
La Dra. Louise Aronson, profesora de la División de Ciencias de la Salud de la Universidad de California en San Francisco Geriatría, autora del libro “Elderhood: Redefining Aging, Transforming Medicine, Reimagining Life”, con el cual fue finalista del Premio Pulitzer en 2020, dijo que con la pandemia de Covid-19 “hemos aprendido la importancia de la edad”, ya que hemos observado que existe una mayor vulnerabilidad en las personas mayores y en los muy ancianos, quienes tienen un mayor riesgo de fallecer en comparación con los más jóvenes.
Señaló que los estadounidenses mayores de 65 años, representaron el 75% en decesos relacionados con el COVID 19 durante septiembre del 2023, según el Centro de Control y Prevención de Enfermedades (CDC por sus siglas en inglés). También agregó que, “aprendimos que la edad no lo era todo”, pues las diferencias étnicas agudizaron los riesgos. Por ejemplo, durante los primeros seis meses de pandemia se pudo ver que los afroestadounidenses tuvieron un riesgo 900 veces mayor, los latinos más de 500 veces, los nativos americanos de 200 y los asiáticos e isleños del Pacífico 154 más, en comparación a los blancos no hispanos.
Además, dijo que la esperanza de vida está disminuyendo en los Estados Unidos, en relación con otros países. La ONU enumeró cinco megatendencias de este siglo en septiembre de 2020, en las que se puede ver cambios demográficos como el envejecimiento del planeta. Para el caso de los Estados Unidos, la esperanza de vida varía según la raza y la situación económica, y es experimentada de manera desproporcionada por las poblaciones negras latinas y no latinas.
También aclaró que, se puede ver que el envejecimiento no es sólo algo que sucede cuando eres viejo, también las desventajas de salud para la población desfavorecida, comienzan al nacer y aumentan a lo largo de la vida, así como del lugar donde viven. La esperanza de vida que tenía era de 30 años en este país y, a veces, en vecindarios adyacentes, “eso no se trata de biología, sino de elecciones sociales y dónde ponemos nuestro dinero, nuestros valores y nuestras prioridades” agregó la Dra. Aronson. Finalmente dijo, “una de las cosas de las que me gustaría convencerlos hoy es que la forma en que hablamos y escribimos sobre el envejecimiento importa mucho en cómo lo experimentamos”.
Por su parte, Cheryl Brown, presidenta del Comité Ejecutivo de la Comisión de California sobre Envejecimiento y arquitecta clave del Plan Maestro sobre el Envejecimiento de California, señaló que este año la Comisión está trabajando prioritariamente en la defensa de los californianos mayores. En este momento cuentan con 18 comisionados de diferentes partes del estado, afirmó que el objetivo es mejorar los servicios de salud conductual para adultos mayores, aumentar las oportunidades laborales para quienes los atienden y abordar la falta de vivienda, ya que estos son puntos clave para comenzar a enfrentar el tema de la discriminación por edad.
Brown hizo hincapié en el Plan maestro de California para el envejecimiento, desarrollado por la comisión en 2021, con el cual se aspira a apoyar a los adultos mayores en tres áreas: sanitaria, social y económica. También enfatizó que es importante comprender el significado de las palabras, ya que a menudo confundimos equidad con igualdad. “Equidad significa ayudar o tratar a una persona según sus necesidades particulares, partiendo de donde no hay igualdad. Los adultos mayores deben ser tratados con equidad según su capacidad”, concluyó.
Finalmente el Dr. Barry Reisberg, profesor de psiquiatría en NYU Langone Health and Adjunt Profesor del Centro de Estudios sobre el Envejecimiento, Universidad McGill, Montreal, Canadá. El Dr. Reisberg desarrolló la Escala de Deterioro Global, que identifica las siete etapas de Alzheimer, señaló que las primeras etapas de la enfermedad, son aquellas en las que las personas experimentan déficits subjetivos. El déficit subjetivo más común es no recordar nombres o dónde han colocado las cosas, así como no poder realizar tareas que hacían hace 5 o 10 años. Esta etapa puede durar aproximadamente 15 años.
Posteriormente, se presenta la etapa de deterioro del sistema cognitivo leve. Sin embargo, la forma más clara de describir estas etapas es en términos de pérdidas y funcionamiento. En este sentido, la tercera etapa se caracteriza por una disminución en el funcionamiento laboral, que comienza a ser evidente para los compañeros de trabajo. Las personas que se dedican a dichas actividades pueden demostrar dificultades. En la cuarta etapa, las personas empiezan a olvidar acontecimientos recientes. Reisberg destacó que en esta fase tienen dificultades para realizar pruebas complejas y administrar adecuadamente sus finanzas personales, lo cual afecta su capacidad para pagar sus facturas.
A medida que avanzan hacia la quinta y sexta etapa, las personas necesitan ayuda diaria. En la sexta y última etapa, los adultos llegan al punto en el que olvidan cómo vestirse, bañarse o alimentarse por sí mismos. En este punto definitivamente dependen de la asistencia de otra persona. Por lo tanto, enfatizó la importancia de ayudar a los adultos a “ser todo lo que pueden ser durante el mayor tiempo posible”.
Los expertos concluyeron que para combatir la discriminación por edad y apoyar a los adultos mayores, se debe mejorar su calidad de vida promoviendo la comunicación y actividades entre generaciones. Además, subrayaron que la edad por sí sola no puede predecir las capacidades de una persona y que se necesitan medidas diferentes para incluir plenamente a los adultos mayores en la sociedad.