Nueva Jersey, es un estado ubicado en la costa este de los Estados Unidos, tiene una enorme diversidad étnica y una amplia participación de la comunidad hispanoparlante. Después de más de un año de búsqueda, el 23 de septiembre del presente año, el Gobierno de México inauguró el consulado núm. 53 en el 390 de la calle George, Suite 100, en la ciudad de New Brunswick. La diplomática Mariana Díaz Nagure es la cónsul de esta sede, donde predomina la comunidad oaxaqueña y poblana.
Sin embargo, los típicos problemas de la burocracia mexicana se hicieron presentes. La inauguración comenzó con más de 2 horas de retraso, contó con la presencia de representantes del gobierno federal y el Senado mexicano, así como del Gobierno local. La lluvia y el viento no fueron impedimento para que la comunidad llegará al recinto desde temprano. No sólo arribaron personas de los pueblos aledaños, sino también de Nueva York.
Mientras esperábamos la “gran apertura”, entrevistamos a algunas personas, como Reynalda Cruz Pérez, originaria de Santa María Zacatepec, Oaxaca, quien llegó a Estados Unidos hace 32 años. Para ella será un gran beneficio tener cerca el consulado, pues ya no tendrá que viajar hasta Nueva York, un recorrido de casi dos horas. Cruz dijo: “espero un buen trato, un buen servicio, y respeto. Por mucho tiempo hemos recibido humillaciones cuando hemos tramitado nuestros documentos, realmente pedimos un servicio por el que pagamos, y merecemos respeto”. Añadió que es importante que la red consular cuente con servicios de interpretación en algunas de las lenguas originarias mexicanas.
Asimismo platicamos con María Santiago, quien llegó a Estados Unidos acompañada de su hija Dulce Vanessa Gómez, originarias de Hidalgo, México, y que ahora radican en la ciudad de Newark. Santiago nos contó su mala experiencia en el consulado de New York, donde por cinco años estuvo intentando sacar su pasaporte infructuosamente, debido a la ineficiencia de quienes están al frente de estos trámites. María espera que el nuevo consulado esté al servicio de la comunidad.
Por su lado, Dulce agregó que migró cuando apenas tenía 2 años y recientemente volvió de visita a México. “Pude ver de dónde viene tanta valentía de la comunidad mexicana” señaló. Dijo que para ella, fue una buena experiencia poder mirar ambos lados de la frontera y formar parte de los dos mundos. Dulce pertenece a una organización LGBTQ+ en Estados Unidos y afirmó que cuando se habla de progreso tanto en México como aquí, esta comunidad siempre queda en “la esquina”. Por lo tanto, solicitó un primer encuentro con la cónsul y la respuesta fue positiva, lo cual la llena de esperanza. Concluyó que es posible que haya una representación consular en New Jersey que apoye en todos los temas a la comunidad.