No nacieron allá, pero la danza los ha llevado a Oaxaca  | Molino Informativo

No nacieron allá, pero la danza los ha llevado a Oaxaca 

by | Ago 18, 2023 | Comunidades

Las festividades tradicionales de Oaxaca (México, Mex.) cruzaron la frontera hace ya varios años, una de ellas es la Guelaguetza que se celebra los dos últimos lunes del mes de julio en el cerro del Fortín en la ciudad de Oaxaca. Es considerada la fiesta étnica más grande de América Latina, acuden personas de todo el mundo y la ciudad entera se viste de colores, música y sabores. Su origen se remonta a tiempos prehispánicos para agradecer el maíz y la agricultura. 

No fue sino hasta 1932 que nació la celebración moderna tal como la conocemos hasta nuestros días, homenajeando la diversidad étnica y cultural, aunque desafortunadamente se hizo muy comercial y dejó de ser una fiesta de los oaxaqueños, para los que se encuentran fuera del terruño, escuchar los sones, el jarabe mixteco, entre otros, los hace volver a su origen, a su tierra.

Este año, como lo vienen haciendo desde hace 10 años,  el comité de Guelaguetza Poughkeepsie, NY, celebró la fiesta a la que llegaron visitantes de Connecticut, Filadelfia y Nueva Jersey, sólo por mencionar algunos. Junto al Río Hudson, a la sombra de unos cuantos árboles, las familias disfrutaron durante casi 6 horas, sin importar el calor, de los bailes presentados por diferentes grupos de ballet folclórico. 

En nuestro recorrido encontramos danzantes de distintos lugares de México, que forman parte de dichos ballets, como Alejandro Campohermoso, originario de Atlixco de las Flores (Puebla).  En entrevista para el Molino Informativo, nos contó que llegó hace 8 años por primera vez a la  ciudad de Nueva York con el objetivo de mejorar su situación económica, pues dijo “uno nunca sabe cuándo tendremos una emergencia”, y de pronto llegó la pandemia, y como a miles la vida nos cambió. Particularmente este acontecimiento mundial para él significó enseñanzas, como por ejemplo, que debemos estar más unidos como comunidad y humanidad, a ser solidarios y el cuidado entre nosotros. 

Cuando creyó que las cosas mejoraban, a principios del 2021, una situación familiar lo obligó a volver a México, dejando atrás el sueño americano. Estuvo por casi dos años allá, durante la estancia pudo conectar más con las tradiciones y la cultura, Alejandro señaló que, sobre todo, gracias a sus amigas oaxaqueñas radicadas en Nueva Jersey, conoció mejor la cultura de su estado y de la Guelaguetza.

Sin embargo, las cosas no marchaban bien allá por lo que a principios del 2023, Alejandro se aventuró a volver a Nueva York, con los pies en la tierra y dispuesto a cumplir sus metas, pero también con el deseo de compartir y difundir la cultura de México. De pronto llegó la oportunidad, se enteró que el Ballet Folclórico Mexicano de Nueva York (BFMNY) estaba convocando danzantes para bailar en las Guelaguetzas que se celebran en el Estado y sin pensarlo atendió al llamado, pues quería dejar de ser espectador.  Sin más se vio en un escenario bailando con “sus dos pies izquierdos” como él los llama, no se sentía capaz pero ahora está muy contento de formar parte del ballet, de representar a Oaxaca y sus ocho regiones, a través de los bailes tradicionales. 

También conversamos con Angélica Flores Burgueño, originaria de Mazatlán (Sinaloa, Mex.), quien vive en Nueva Jersey desde hace 13 años. Angélica es ingeniera Industrial, trabaja en una compañía manufacturera alemana como planeadora y coordinadora de producción y por las tardes, labora en una tienda departamental como supervisora de cajeras. Para ella la pandemia, de cierto modo hizo que su vida diera un gran giro, no sólo por lo que implicó para la humanidad sino para ella como persona, fue una forma agresiva de saber qué tan preparados estábamos para vivir, y con ello descubrió, que no lo estaba.

Mucho tiempo atrás le había expresado a su hermano mayor, su inquietud de obtener experiencias y conocimientos sobre cómo entrar al mundo de la danza folclórica mexicana. Fue él quien la motivó a hacerlo realidad, la conectó con maestros de danza en su natal Mazatlán. Sin embargo, tras el fallecimiento de su hermano y la pandemia, sus sueños se pospusieron. Después de la pandemia, comenzó a accionarse para vivir su sueño, contactó con el BFMNY para formar parte del mismo. Angélica lo había conocido años atrás cuando colaboraba con el medio comunitario Rebeldía Radio, al igual que Alejandro, se integró para la Guelaguetza del 2021. Sin nada de experiencia pero con la firmeza de promover y difundir la cultura, más allá de las fronteras. Una vez que conoció lo maravilloso de la cultura mexicana, en especial la de Oaxaca, se sintió muy orgullosa de ser mexicana. En Estados Unidos encontró una conexión más cercana con su país, estando tan lejos compartió la felicidad que siente al ser una de las personas embajadoras en la promoción y difusión de la cultura a través del folclore.

Aseguró no sólo son los bailes y los trajes, es un estilo de vida, es una cultura, una tradición, son la esencia de nuestra gente de cada región, y en este caso de Oaxaca. Como sinaloense dijo, sentirse satisfecha de poder conocer Oaxaca a través de la Guelaguetza, pues nunca ha estado ahí, Añadió que a veces pareciera que entre el norte y sur de México hubiera un abismo cultural grande. Por ahora ella compartió que seguirá bailando Guelaguetza, pues aunque no nació en el sur, la danza la ha llevado hasta ese rincón, cada vez que ejecuta uno de los hermosos bailes tan representativos de aquel estado.