Estados Unidos se construyó sobre los sueños de propietarios de pequeñas empresas. La administración señala que hay más de 33,2 millones de pequeñas empresas en el país, lo que constituye el 99.9% de los negocios, que emplean a casi la mitad de la fuerza laboral estadounidense, sumando un 44% a su PIB. Los inmigrantes han puesto en marcha más del 18% de las empresas. Durante la pandemia de Covid-19, casi un tercio de los comercios cerraron, muchos de forma permanente. Sin embargo, para otros la pandemia resultó una bendición ya que los cierres permitieron que muchos emprendedores convirtieran sus pasiones en empresas en pleno derecho.
Durante la sesión informativa de Ethnic Media Services, el pasado viernes 14 de julio, expertos hablaron sobre los desafíos que se presentan a la hora de acceder a la financiación para iniciar y ampliar una pequeña empresa. Desafíos que se agudizan para las mujeres y comunidades marginadas. La jornada contó con la participación de Shernaz Daver de Khosla Ventures, Charles Phillips, cofundador de Black Economic Alliance y parte de la Junta Asesora de Recuperación Económica del Presidente Barack Obama, Sierra Georgia, Fundadora de Gelat’OH!, y el Senador Mark Warner de Virginia.
Las personas de negocios necesitan más capital. Según una encuesta realizada por la agencia Mackenzie a más de 2.000 empresas, en su mayoría de familias negras, se necesita una suma superior a los 3.000 dólares para empezar una pequeña empresa. Sin embargo, para Phillips de Black Economic Alliance, hay muchas otras cosas involucradas, como el entrenamiento focalizado en nuevos empresarios, trabajo que deben hacer las incubadoras de proyectos. Su enfoque empresarial hacia la comunidad afro lo llevó al campus Spelman College, donde se recolectó alrededor de 40 millones de dólares para capacitar a quienes deseen iniciar un negocio. Phillips señaló una buena noticia: el modelo empresarial es un éxito en la comunidad afroamericana, en los últimos 5 años el crecimiento ha sido del 34%, convirtiéndose en el sector más grande en la economía de la formación a nuevos emprendedores.
El senador Warner, quien fue fundador del Fondo de Instituciones Financieras del Departamento de Desarrollo Comunitario (CDFI por sus siglas en ingles), comentó que cuando gobernó el estado de Virginia, distribuyó todo el dinero posible entre las mujeres empresarias afrodescendientes ya que es el sector que más está creciendo. Así mismo aseguró que, más del 60% de los fondos han sido destinados a personas de bajos recursos, como por ejemplo las comunidades afro y latinas. También habló sobre la iniciativa LIF enfocada en dichas comunidades, que tiene como objetivo permitir que las personas que no tienen casas y quieren comprar por primera vez, puedan calificar para una hipoteca de 20 años, en lugar de una deuda a 30 años.
Shernaz Daver, socia operativa y directora de marketing de Khosla Ventures, habló específicamente de los desafíos que enfrentan las mujeres a la hora de querer obtener un crédito e iniciar su propio negocio. Señaló que en el último año, algunas de las mujeres que han solicitado este tipo de financiamientos fueron cuestionadas muy duramente, con preguntas como ¿cuándo piensa tener hijos? Algo que no sucede cuando un hombre realiza el mismo trámite. “Desafortunadamente, esto está sucediendo en 2022 y 2023, he estado en la industria por más de 35 años y escuché lo mismo hace 35 años, si eres de color o hispano, empeora, en general que tenemos que cambiar las cosas y hay algunas cosas que están cambiando” afirmó.
Shernaz mencionó tres puntos muy importantes. El primero, las mujeres están comenzando a construir empresas excepcionales y no se les está reconociendo. Por ejemplo, Glossier una empresa de cosméticos multimillonaria fundada por Emily Weiss, o 23andMe, compañía de biotecnología y genómica personalizada, con sede en California, entre muchas otras. Las empresas fundadas y dirigidas por mujeres deben ser reconocidas.
En segundo lugar, dijo que las mujeres nos casamos o nos asociamos con personas similares a nosotras y muy a menudo los capitalistas de riesgo invertirán en cosas que entienden, entonces también en este punto los capitales siguen patrones. En tercer lugar, el mundo no es justo, si eres mujer tendrás que enfrentar el doble de obstáculos. Es necesario abogar para que accedan a más espacios de crecimiento laboral y profesional, cuando una mujer va a la cabeza de una empresa recibe menos dólares y fondos que un hombre.
Finalmente Sierra Georgia, nacida en Nueva Jersey, graduada en Negocios Internacionales de la Universidad de Howard (Georgia), trabajó durante 6 años para el gobierno federal hasta que renunció para abrir su primer camión de helados durante el verano del 2013 en D.C. Sierra creció en una familia de empresarios, “siempre tuve un asiento de primera fila de lo que parece que crecer tuvo un gran impacto en mí como empresaria”. Después de trabajar tres años con una marca de helados, decide viajar en el 2016 a Italia para aprender a hacer gelato en la Universidad. “GELAT’OH” es un helado artesanal que recibió financiamiento de CFDI, aunque Georgia obtuvo solamente el 50% del dinero solicitado, corrió el riesgo y en muy poco tiempo su negocio creció.