De cara al proceso electoral del 2024 y para demandar que la paz y los derechos humanos se impongan sobre la violencia en la región México-Estados Unidos, cerca de 100 organizaciones de la región lanzaron el pasado 14 de junio, el Movimiento de los Pueblos por la Paz y la Justicia (MPPJ).
Durante la presentación, un grupo de participantes de la conferencia virtual intentaron sabotear la presentación con videos violentos, pronográficos y “en nombre del Gobierno de Vladimir Putin”.
Pero lejos de detener la presentación, estas acciones nos confirmaron que estamos en el camino correcto: el camino de la denuncia de la violencia y la exigencia ciudadana de paz con justicia. Aunque nos digan que no pasa nada.
Y es que, de acuerdo con quienes participamos de este llamado, partidos políticos, candidatos y candidatas de México y Estados Unidos se apresuran a arrancar campañas, mientras que en los pueblos y ciudades a lo largo y ancho de la región, la violencia armada está terminando con la vida social y el racismo y la exclusión se fortalecen.
No podemos pretender que no estamos en crisis en la región, ni que callar confiando que los procesos electorales cambiarán radicalmente la realidad. De hecho, nosotrxs vemos que la historia nos indica que las elecciones son una apuesta a la continuidad. Esa es su función principal.
Por ello, quienes conformamos el MPPJ no nos callamos y nos lanzamos a señalar la proliferación de las armas, las políticas y la cultura anti-inmigrantes; el extractivismo, el machismo, el racismo, la militarización de las tareas de policía y decimos que no seremos ignorados nunca más.
No nos vamos a callar. Somos las principales víctimas de todos estos agravios y seremos los principales objetivos de las campañas electorales, pero en esta ocasión presentamos 12 prioridades para la paz y la justicia en la región que serán nuestra herramienta para contrastar propuestas y denunciar las hipocresías y las fallas de este proceso.
Hace 5 años, México celebró una victoria democrática que ha impulsado el ánimo y las esperanzas democráticas del país. Sin embargo, a pesar de los aciertos y avances de esta administración, sobre todo en gasto social, el autoritarismo, la violencia, el racismo y la extracción de recursos naturales lejos de detenerse, se agravan.
Por su parte, en Estados Unidos, Donald Trump casi termina la confianza en el modelo democrático e implementó un gobierno neofascista sostenido en noticias falsas y teorías de complot que profundizaron el odio racial e impulsaron el capitalismo salvaje de aquel país.
Frente a estos hechos, es claro que la débil democracia regional, en las manos de unos cuantos, no resolverá la emergencia que pesa en la región. Se requiere de una movilización sin precedentes para exigir que sea quien sea que gane, la voluntad de los pueblos, de lxs ciudadanxs y lxs excluidxs debe ser escuchada, consultada y reconocida legal y políticamente.
El Movimiento de los Pueblos por la Paz y la Justicia nos se va a detener por tres videos violentos. Más bien, vamos a impulsar asambleas en todos los rincones de la región de cara al, y más allá del, proceso electoral, buscando que desde esas asambleas se obedezca y se proteja la voluntad popular.
Y celebraremos una nueva Cumbre por la Paz en 2024 donde revisaremos las propuestas y promesas de candidatos de ambos países y haremos una evaluación del proceso electoral.
Porque la violencia que pesa en la región y está matando a la población más vulnerable.
Porque somos más que votos.
Porque los pueblos, barrios y ciudades saben más y mejor cómo construir futuro.
Callados Nunca Más.
Ignorados Nunca Más.