Ethnic Media Services en su conferencia semanal, tuvo en la mesa de debate a expertos que hablaron sobre las guerras culturales y políticas que dividen a la comunidad Trans en los Estados Unidos. En lo que va del año, se han presentado y convertido en ley más proyectos que abordan los derechos de las personas transgénero que en cualquier otro momento de la historia del país, aproximadamente 29 proyectos se han convertido en ley en 14 estados, en comparación con los 20 proyectos aprobados en 12 estados el año pasado, según un análisis de datos de la ACLU realizado por The Washington Post.
Nadine Smith, directora ejecutiva de Igualdad en Florida, dijo que, existe una licencia en aquel estado, para discriminar la atención médica, que es un proyecto de ley que crea una licencia amplia para que los proveedores de atención médica y las compañías de seguros simplemente rechacen prestar el servicio en función de las creencias religiosas o morales.
Lo más preocupante del poder del gobierno, afirmó, es una persona que salva vidas trans, esta ley invalida a los médicos que brindan atención medica a un niño trans o cualquier persona que tenga otra preferencia sexual, porque los criminaliza.
Por su parte Gene Wu, D-Houston, representante del Estado de Texas, aseguró que quienes impulsan las leyes van tras una pequeña población minoritaria que realmente no le hace daño a ninguno de ellos, como las comunidades de refugiados centroamericanos, a quienes tachan de invasores por lo que están aprobando proyectos de ley en su contra, también lo han sido los musulmanes estadounidenses, y ahora es la comunidad trans.
Añadio que como defensores es importante saber que, la gente que quiere oprimir a las comunidades minoritarias, la gente que quiere usar a la gente que tiene poco poder, como el enemigo, como el monstruo que quieren matar, son el odio de los mismos, lo único que cambia son los nombres de las víctimas, así que debemos levantar la voz para que esto termine.
“Creo que es importante que las personas aprendan sobre todos estos temas, no importa si no somos trans o tengamos amigos, para entender que las personas trans, tienen derecho a vivir sus vidas y tienen derecho a hacer lo que crean necesario para mantenerse vivos y felices”, conluyó.
Sailor Jones, director asociado de Common Cause en North Carolina, lider con mucha experiencia en organizaciones sin fines de lucro y transgénero comprometido con la lucha por la justicia social en su estado natal de Carolina del Norte y el sur, dijo que, los habitantes de ese Estado, no son extraños a los ataques del más alto perfil contra las personas LGBT durante la última década, Carolina del Norte era el último estado en escribir la discriminación anti-lgbt en el documento fundacional del Estado en 2012 con una parte sobre la igualdad en el matrimonio, aquello se llamó Enmienda Uno y unos años más tarde los legisladores conservadores, los cuales todavía están en el cargo, debido a las practicas de gerrymandering (nombre de la práctica que se usa, para poner limites en los distritos electorales y favorecer intereses politicos especificos), respondió a las ordenanzas locales contra la discriminación al aprobar lo que entonces se conocía como House Bill.
Ahora en un proyecto denominado ley del baño en Carolina del Norte, busca regular el acceso a los baños públicos que por motivos de identidad de género se negó el servicio a las personas trans, y debido a esto se dio inicio a los debates estatales y nacionales sobre los derechos de estas personas que continúan hoy en día, donde en muchos casos el miedo y el prejuicio superan al sentido común básico, señaló.
Sin embargo, añadio, puede que no sorprenda que en un momento en el que ya se han presentado casi 500 proyectos de ley anti-trans en 49 de 50 estados, de los cuales 70 han pasado, uno de esos estados ahora incluye a Carolina del Norte y esos proyectos de ley incluyen propuestas que erosionarían la confidencialidad de los estudiantes con el personal escolar, así como, la restricción que las personas trans reciban atención de afirmación de género y evitar que los jóvenes trans que están listos para enfrentar desafíos en términos de discriminación y problemas de salud mental participen en deportes que alineen su identidad de género.
Mientras Mark Robinson, actual vicegobernador de Carolina del norte se prepara para su campaña par el proximo año, continúa ampliando su retórica de alto perfil contra las personas LGBT que se ha convertido en una parte clave de su campaña y sus marcas políticas, y pese a todo ello, Jones esta comprometido a seguir luchando y cerró diciendo, “Esta es mi casa, esto es mi Carolina del Norte, y no me iré a ningún lado”.
Por último, Susan Maasch, fundadora de Trans Youth Equality Foundation, organización que trabaja desde el 2007, y cuenta con una serie de programas que tenemos para los jóvenes transgénero en todo el país en la organización nacional, recientemente comenzaron a ofrecer, microbecas a cualquier familia que huye de los estados en riesgo, entre los que ahora se encuentran Florida y Texas.
Las familias están muy asustadas, la retórica, la discriminación y el envalentonamiento del odio hacia ellos, hacia sus hijos incluso, ha aumentado tanto, que el miedo las está obligando a empacar, a vender todo para tener recursos suficientes para donde aterricen, dejando a sus amigos y su vida, muchos de ellos han vivido en esos lugares por generaciones.
Es indignante que los políticos esten tomando decisiones sobre los niños y sus familias, los políticos no han hecho su tarea, a través de sus aprobaciones, tratan de obligar a los niños a enseñar la transición dándoles por ejemplo, un mes para dejar sus hormonas sin entender cuán complejos son los sistemas hormonales, sin entender los peligros involucrados, como la depresión que los niños sentirán, y los padres tienen miedo de que sus hijos vuelvan a sentirse desesperanzados y suicidas, enfatizó diciendo. Cientos de veces han escuchado a padres decir que les han cancelado citas médicas, y eso es peligroso, ya que los niños han sido retirados de sus tratamientos, hasta hace algunos meses, incluidos los estados con más preocupación, que tenían clínicas para personas trans, ahora se encuentran cerrados.