En esta ocasión, la conferencia de prensa de Ethnic Media Services (EMS) se centró en los escritores de ciencia ficción que imaginan realidades y futuros alternativos en todo el mundo, y aumentan la complejidad del género de ficción que solía identificarse con extraterrestres, naves espaciales y monstruos, sobretodo desde una perspectiva occidental de hombres blancos, con algunas excepciones se han convertido en una forma popular de lidiar con nuestra reacción a las realidades mundiales. Es decir, se está comenzando a usar la ficción para abordar temas como el cambio climático, los legados del colonialismo, la globalización, violencia a las mujeres, entre otros temas.
La profesora Ericka A. Hoagland, coordinadora de Estudios de Posgrado, Inglés y Escritura Creativa de la Universidad Estatal Stephen F. Austin aseguró que es muy importante poder abordar la ciencia ficción desde una perspectiva más real, para que puedan conocer lo que sucede a su alrededor. “La ciencia ficción estadounidense a mediados del siglo XX era excluyente en términos de los escritores que se publicaban y promocionaban activamente, había muchas escritoras y escritores de color que no estaban obteniendo plataformas para subir su trabajo, creo que la percepción más amplia aún puede ser que hay una especie de ficción del mañana que dice que es entretenimiento escapista, es solo que es más una especie de género literario juvenil y sólo se centra en Occidente, pero creo que estas otras historias están ganando más visibilidad”, señaló.
Escritora, editora y traductora, Libia Brenda comentó que“cuando el volcán del que escribo haga una erupción, eso creará varios cambios ambientales y entonces imaginamos cómo vamos a vivir después y eso es una probabilidad en México”. Por lo que han estado escribiendo y consultando con científicos, dijo que uno de ellos es un artista y ha estado haciendo dibujos a través de un esfuerzo colectivo.
“Cuando nosotros nos imaginamos un futuro algunas veces, especialmente mujeres que son jóvenes que estamos cansadas de una distopía del futuro, de la ciencia ficción muy masculina o comercial, estamos tratando de imaginar algo basado en la esperanza, no un mundo que es imposible sino un mundo que es el producto de un cambio”.
Ken Liu, autor estadounidense de ficción especulativa, creador de un nuevo género de ciencia ficción llamado Skilpunk y aunque su trabajo está centrado en la tecnología, afirmó que “hablar de tecnología no sólo es hablar de máquinas, sino de ideología, historias que nos contamos, cómo nos acordamos de quiénes somos, es una manifestación de los patrones humanos en el mundo y eso incluye costumbres, calendarios, mapas, métodos de gobernancia y el capitalismo, el capital como tal es un tipo de tecnología, entonces es una invención humana, por lo que me gusta pensar en la tecnología”.
Cerró diciendo que, durante sus viajes por el mundo ha hablado con mucha gente de distintas culturas y lo que le comparten es que no se sienten completamente en casa, la mayoría son personas que han sido marginadas en muchas maneras, sea porque han sido colonizadas o tienen identidades de género y afinidades culturales que son excluidas. “Eso me impactó ya que tenemos una modernidad que está construida por un grupo pequeño de personas que han impuesto sus ideas en el resto del mundo y tenemos una tecnología que estamos dispuestos a usar para imaginar el futuro”.
Isis Asare, directora ejecutiva/fundadora de Sistah Sci Fi, la primera librería de propiedad negra centrada en la ciencia ficción y fantasía en los Estados Unidos, comentó que para ella la ciencia ficción “es un lugar donde me siente libre”. Como una persona negra, habló sobre el término afrofuturismo, creado en la época de los 80, por una escritora, para describir la intersección de la imaginación, la tecnología del futuro y la liberación en relación con las artes visuales, la música, el trabajo organizativo.
“Hay mucha concentración en ficción urbana, en biografías de celebridades, pero no mucho enfoque en ficción especulativa negra y los ejemplos de eso no fueron denominados como tal cuando uno lee trabajos de Toni Morrison y Alex Walker, definitivamente hay aspectos de zona especulativa, pero no son conversados de esa forma, Black Panther, está comenzando un movimiento de afrofuturismo, y Blackula es una de las primeras películas en este sentido”.