Me golpearon por hablar mi lengua | Molino Informativo

Me golpearon por hablar mi lengua

by | Nov 14, 2022 | Comunidades

Saul Rivera Mercenario, un profesor bilingüe de la Montaña alta de Guerrero, hablante de na’savi (gente de la lluvia), llegó a tierras neoyorkinas el pasado 8 de octubre dentro del marco del festival Newyorktlán para reencontrarse con su hijo Saúl Quizet Rivera, a quien no veía desde hace 10 años.

Recordó el día que Saúl partió hacia Nueva York, aunque él no estuvo de acuerdo, su hijo emprendió el camino que muchos de sus paisanos ya habían comenzado. La pobreza, el narcotráfico y un sin fin de problemas ha expulsado desde la década de los 80 a los pueblos originarios de la montaña hacia Estados Unidos: aproximadamente un 45% de ellos vive en la Gran Manzana, entre los que se encuentran los hijos del profesor Rivera. 

Rivera antes de su regreso a Guerrero, donde se desempeña como director de la Escuela Normal Regional de la Montaña, compartió en entrevista con el Molino Informativo, su sentir acerca de este viaje, así como algunas anécdotas de su caminar como persona del pueblo na savi. Primeramente, dijo, “yo siempre pensé en venir una vez jubilado, sin embargo se dio antes de eso lo cual me llena de alegría.

Sus primeros años académicos –recuerda– fueron en Colcoyán de las Flores, Oaxaca, donde fue reprendido junto con otro compañero a golpes por expresarse en su lengua, el argumento del maestro era que tenían que castellanizarse –esto al preguntarle sobre el auge que ha tomado la recuperación de lenguas maternas– por lo que dijo que la escuela ha tenido una responsabilidad decisivo al castellanizar a los pueblos originarios y por ello se ha dado mucho la pérdida de la lengua en las generaciones jóvenes.

Los pueblos originarios, afirmó, “cuentan con cosmovisión, acompañada de la ritualidad y mitología, es decir la manera de concebir e interpretar los fenómenos naturales y el mundo, como por ejemplo el ciclo agrícola para los Na Savi, es la luna, en todas las lenguas de México y del mundo, existen estas interpretaciones, se deben seguir fortaleciendo”.

Por otro lado, comentó “que las lenguas originarias han sido marginadas, como en el caso de la ciudad de Tlapa, donde existen instituciones bancarias que emplean personas hablantes de lengua son ellos mismos que marginan y discriminan a quienes acuden a realizar algún trámite, por ello es necesario seguir luchando para que estas situaciones cambien”. 

Para él fue una gran oportunidad estar en Nueva York, y poder dar a conocer su lengua y su cultura, reconoció a los grupos que están haciendo un gran esfuerzo para fortalecer y difundir la cultura, sin embargo dijo que el Estado mexicano sigue teniendo una gran deuda histórica con los pueblos originarios, aún con el nuevo sistema de gobierno –refiriéndose a la 4ta transformación–,  existen muchos pendientes. 

Rivera forma parte del magisterio desde 1985 y a lo largo de su trayectoria no sólo ha ocupado cargos en la docencia, sino también en el ámbito político, en donde ha sido elegido en distintos cargos públicos de su estado. Es el autor de un canto que se ha identificado como el himno de la Montaña alta, especialmente de Yuvinani,  de donde él es originario, y ese canto llegó junto con él a Nueva York, “El toro meco”.

Es también autor del libro, Las prácticas-estrategias cotidianas de los pueblos originarios y otros y la caza de animales del monte y campo, en la comunalidad, que ha sido traducido a la lengua na’savi y que tiene como objetivo la difusión de dichas prácticas entre las mismas etnias. Aunque aún no está a la venta, el profesor, trajo algunos ejemplares que compartió con la comunidad migrante, y dejó muy en claro que debemos seguir trabajando en la difusión de la cultura, y que se deje de usurpar por personas que nada tiene que ver con los pueblos originarios.

Finalmente, su hijo Saúl, quien es uno de los principales promotores de su cultura en Nueva York, a través del grupo Ti Toro Miko, dijo sentirse muy contento y orgulloso de que a través de la cultura haya conocido este camino, porque es muy poderosa la lengua, pero sobre todo la manera de ver la vida.

Quedó muy agradecido de que se le haya permitido poder volver abrazar a su padre y a su hermano Leonel, quien también se desempeña como profesor rural, y que también vino a reencontrarse, ya que su mayor temor cuando él decidió migrar, era de que quizás no volvería a verlos, como has sucedido en muchos casos en los que los padres mueren sin volver a ver a sus hijos.