El pasado 8 de octubre se celebró, con mucho éxito, el festival Newyorktlán, que se realiza desde el año 2014 en Nueva York a través de la Red de Pueblos Trasnacionales, donde los pueblos originarios, comparten su cultura, su canto, su danza, su comida, y aquellos que no se habían visto durante muchos años pudieron viajar desde México para volver a reunirse con sus familias en el marco del festival, pues las fronteras y un desplazamiento forzado los obligó a separarse durante décadas. Gracias al trabajo de la Red, pudieron reunificarse y compartir su cultura con las nuevas generaciones.
Durante este evento, lleno de colorido y música, tuvimos la oportunidad de conversar con el músico tradicional Jalil Mosso, quien viajó desde México, para compartir su arte: ataviado con un gabán (conocido como, tres ojos) y acompañado del sonido de las seis cuerdas de su guitarra, los asistentes deleitaron sus oídos por espacio de veinte minutos. Mosso es originario de la ciudad de Tlapa de Comonfort, Guerrero y hablante de la lengua Mè’phàà.
Ha pisado distintos escenarios tanto en México con a nivel internacional y ha participado en uno de los festivales artísticos más importantes, no sólo de México sino de Latinoamérica, el Festival Cervantino (en su edición No. 49). Así mismo se ha hecho acreedor del premio estatal de la juventud, “Expresiones Artísticas y Artes Populares 2020” , ha difundido la obra del compositor guerrerense Margarito Damián Vargas (1873-1919), la música de concierto tradicional de la Montaña de Guerrero. Por otro lado, también ha colaborado en documentales como “Luna Roja” –a través de su música–, y una lista interminable de participaciones.
Sus inicios tuvieron lugar hace 15 años en su natal Tlapa, junto a sus compañeros de escuela, él se enfocó en la guitarra y tuvo que salir de su pueblo para estudiar, ya que las oportunidades son muy limitadas. En la Montaña no se cuentan con espacios para aprender las artes pero el apoyo de su familia fue fundamental, aunque también fue un reto muy difícil que tuvo que vencer, ya que para sus familia, no estaba tan convencida de ello. Ser músico, especialmente tradicional, no es algo muy común, y debido a estas limitaciones que el tuvo, ahora cuenta con una orquesta de guitarras en Tlapa, en el Centro Cultural San Francisco, donde tiene alumnos que están aprendiendo el arte de la música.
Añadió a manera de reflexión sobre su visita a Nueva York: “vine a estas tierras a compartir mi arte con nuestra gente y haciendo lo que conocemos en nuestros pueblos”. Añadió que “no sólo se viene a contribuir con la fuerza laboral a este país, sino también con nuestra cultura y nuestra forma de ver al mundo”.
Finalmente aseguró que aunque los caminos son difíciles para los que están en este país, nunca deben perder los sueños y las esperanzas, no olvidar las raíces, si alguien quiere dedicarse al arte, que no sea una barrera su idioma y su origen, pues nuestra identidad es lo que nos va a cobijar y fortalecer como personas.
La música de Jalil pueden encontrarla en las plataformas como Spotify, YouTube y ICloud.