El abrazo esperado por más de 20 años, ¡llegó! | Molino Informativo

El abrazo esperado por más de 20 años, ¡llegó!

by | Sep 14, 2022 | Comunidades

Fotografías de Flavio Anguiano

Los desplazamientos por distintas razones han obligado que familias completas se separen durante décadas, dejando hijos, esposas, madres y padres. Las y los migrantes deciden ir en busca del sueño americano, en su gran mayoría la idea es estar sólo por un par de años pero muchas personas terminan estableciéndose, por la falta de documentos para viajar o forman una familia, estos son, entre otros, algunos factores, que han hecho que el sueño de volver a México se vea más lejano, aunque la añoranza de volver a abrazar a los suyos nunca se pierde. 

Por esta razón distintas organizaciones han lanzado programas para reunificar a familias que tienen familiares de más de 60 años en todo Estados Unidos, y uno de los programas que comenzó desde el 2017 fue el de “Guelaguetza Familiar” impulsado por la actual administración del gobierno de Oaxaca, en colaboración con el Instituto de Atención al Migrante Oaxaqueño y un equipo de voluntarias en Nueva York y otros estados. Toda esta gente ha logrado reunificar a más de 1,400 familias, por lo que el pasado 2 de septiembre llegaron 50 abuelitas y abuelitos al condado de Queens, en donde, en una ceremonia muy emotiva, les dieron la bienvenida sus familias, en algunos casos hasta sus bisnietas y bisnietos.

El Molino Informativo fue testigo de este reencuentro, hubo muchos abrazos y lágrimas de felicidad, que inundaron los ojitos de aquellos que viajaron en autobús de Oaxaca a Ciudad de México, de donde partieron en un vuelo a Nueva York. Este evento se llevó a cabo en un espacio gestionado por la oficina de la senadora Jessica Ramos, del distrito 13, del condado de Queens, en conexión con la Red de Pueblos Trasnacionales y su presidente, Marco Castillo.

A este reencuentro viajaron familias completas desde otros estados para recoger a sus padres y madres, como Benito Vázquez que viajó desde Florida, Dalila Vázquez de Raleigh, Carolina del Norte, encargada de dar la bienvenida a los presentes, quienes esperaron por más de dos meses desde que supieron que sus familias tenían aprobadas sus visas, estuvieron pendientes a través del equipo de las voluntarias oaxaqueñas, que hicieron el acompañamiento en todo momento.

Pero como no todo es perfecto, Santiago Mariano, de origen mixteco, días antes de este encuentro, fue notificado a través de la oficina del migrante en Oaxaca, que por alguna razón la visa de su padre no había sido autorizada, sólo la de su madre, y todas sus esperanzas de ver a su padre se derrumbaron en un segundo, sin embargo, se mantuvo positivo, pues vería por lo menos a su madre.

Santiago, originario de la comunidad indígena de San Miguel del Progreso, Distrito de Tlaxiaco, migró hace 22 años. Nos contó que aún recuerda ese día como si hubiera sido ayer, salió de casa con la bendición de su madre y de su padre, quien sacó de su cartera dos imágenes de San Martín y San Isidro, para que lo acompañaran en su camino. Así mismo dijo que lo que más añora de su tierra es la comida, uno de los platillos que su madre le preparaba eran los quelites con salsa, estos recuerdos para él son un tesoro que guarda en su corazón.

Santiago recibió a doña Felipa, no supo si correr abrazarla o hincarse para dar gracias a Dios por la oportunidad de volver a verla ya que nunca pensó que esto sucedería, así que hizo lo último. Su madre hablante de mixteco y con un poco de temor, se arriesgó e hizo ese viaje largo, sólo para volver abrazar a su hijo Santiago, quien vive en Atlanta y viajó hasta a Nueva York para recibirla, él ha formado su familia de este lado y trata de enseñar a sus hijos su lengua materna para que puedan comunicarse con sus abuelos. 

Miguel compartió algunas de esas imágenes que estuvieron llenas de lágrimas de felicidad que no le cabían en el corazón. Foto cortesía de la familia Hernández.

Por su lado, Miguel Hernández originario de Villa de Zaachila, Oaxaca y quien radica en el estado de Connecticut, confesó que en realidad se hizo pasar por uno de sus sobrinos para poder traer a doña Eustolia, quien tenía más de 20 años de no ver a sus hijos Javier y Judy. Miguel se dio a la tarea de seguir todas las instrucciones que el Instituto del Migrante le dio para realizar el proceso de visado, y corrió con todos los gastos que ello generó, esa misma noche después de la ceremonia de reunificación, viajó de vuelta ya con su hermana, para poder darle la sorpresa a sus sobrinos y a las hermanas de doña Eustolia, a quienes tampoco había visto desde hace 27 años. “Recuerdo el momento en el que recibí a mi madre de la misma forma, y aunque ahora ya puedo viajar a México no puedo evitar volver a sentir esa alegría que no tiene precio”, finalizó.

Mientras las cincuenta familias celebraban ese reencuentro. Para la familia Salinas Gonzaga fueron días de mucha angustia, pues don Joaquín, originario de San Pedro Pochutla, no pudo viajar a pesar de tener su visa y su boleto de avión: al llegar a la ciudad de Oaxaca y emprender el viaje se sintió enfermo por lo que fue llevado al hospital donde se quedó internado, y espera viajar pronto para encontrarse con sus hijos que viven en Nashville.

Finalmente Santiago hizo hincapié en la preservación de las lenguas maternas ya que dijo que son nuestro símbolo de identidad, y que no debemos sentir vergüenza de nuestra lengua y de lo que somos.