El odio racial y étnico, así como las expresiones interpersonales de odio y los actos de violencia van en aumento junto con la profundización de la polarización política, la desconfianza de instituciones cívicas, se amplían las divisiones raciales, étnicas y de clase en Estados Unidos. En California, por ejemplo, la legislatura acaba de lanzar una iniciativa llamada “Stop the Hate” para apoyar organizaciones sin fines de lucro y medios étnicos que trabajen abordando estas problemáticas. Pero ¿qué es el odio? ¿cómo lo medimos? ¿cuándo es el odio un crimen y cómo podemos detenerlo, incluso curarlo? Con estas reflexiones y preguntas se inició la conferencia semanal convocada por Ethnic Media Services.
La primera ponente en esta conferencia fue, Becky L. Monroe, directora adjunta de Iniciativas Estratégicas y Departamento de Derechos Civiles de California, organización que tiene como misión proteger a la gente de California de la discriminación en empleo, vivienda y lugares públicos, de la violencia, del odio y de la trata de personas. Monroe afirmó que el odio no ocurre del vacío, por ello desde su oficina “nos estamos asegurando de hacer cumplir todas sus protecciones sobre los derechos civiles, la definición básica según la ley de California no va a ser diferente de lo que verá en todo el país; incidente de odio, significa que sólo se piensa en diferentes categorías, por lo que una categoría de incidentes de odio, son en realidad violaciones de la ley de derechos civiles, sin embargo no son leyes penales por las que uno podría ir a prisión, ahí es donde se ven nuestras protecciones en torno a la discriminación en el empleo, la discriminación en la vivienda, muchos de esos actos todavía se sienten como una expresión de odio hacia alguien, debido a una categoría protegida, la segunda categoría son incidentes o actos de odio que pueden no violar la ley”.
Por otro lado, subrayó que debido al aumento de estos crímenes de odio, el Departamento de Derechos Civiles de California está comprometido y lanzando algo llamado “California versus la semana del odio” (California vs Hate) que será una línea de recursos y una red para apoyar a las personas que son objeto de odio. Las leyes del estado de California definen estos actos como delitos cometidos contra personas, ya sea por su raza, religión, filiación política entre otras. Así mismo, Monroe compartió estadísticas sobre estos crímenes, ya que, según el FBI son alrededor de 8,000 al año, aunque la cifra real podría ser de aproximadamente 250,000 cada año.
Brian Levin, director del Centro para el Estudio del Odio y el Extremismo, compartió que el último estudio de victimización en las estadísticas de la Oficina de Justicia muestra que, los delitos de odio sumaron alrededor de 200,000, y existe un aumento de alrededor del 5%, en la primera mitad de este año en Los Ángeles, Nueva York y Chicago. Durante el 2018, los latinos estuvieron en el rango mas alto de estos crímenes, y en Los Ángeles las cifras se duplicaron en la comunidad LBGT, con un total de 40% de aumento en todo el país, durante ese mismo año. Según datos que presentó las cuestiones sociopolíticas y las redes sociales se han convertido en una incubadora y caldero tóxico para generar muchas de estas situaciones.
Manjusha Kulkarni, directora y cofundadora de Stop AAPI Hate, habló sobre cómo comprender el odio contra la comunidad asiático-estadounidense a través de los incidentes que han recibido en toda la nación. Comentó que según datos de AAPI desde el año 2020 han ocurrido por lo menos 11,000 casos de odio contra su comunidad, mismos que se han dado particularmente contra ancianos y mujeres en lugares públicos, 63% implica acoso verbal, 16% agresión física y 11% violaciones de los derechos civiles, incluida la denegación de servicio de tránsito, sin olvidar el acoso en línea cuando las escuelas tenían clases remotas.
También enfatizó que las poblaciones afectadas son las chinas, coreanas, japonesa-estadounidense aunque en las comunidades de Asia oriental también hay un número significativo de denuncias, particularmente de vietnamitas e indio-estadounidenses e isleños del Pacífico, quienes también experimentan estos ataques de odio. “La discriminación racial afecta a todas nuestras comunidades es por ello que la interseccionalidad es importante, la vigilancia no va a ser la respuesta a todos nuestros problemas aquí, necesitamos un infraestructura integral de derechos civiles” concluyó Kulkarni.
Finalmente Sassana Yee, activista de justicia transformacional para víctimas de crímenes de odio, compartió que su trabajo ha sido inspirado en su abuela, quien falleció en 2019 debido a un brutal ataque en San Francisco, por lo que la sanación a través de las plantas y la acupuntura han sido herramientas curativas y culturalmente específicas para su comunidad. Además contó algo del recorrido que realizó por un mes en por lo menos 16 ciudades con 55 estudiantes afroamericanos y chino-estadounidenses, para aprender sobre la historia de la cultura de los demás y las contribuciones a los Estados Unidos.
La legislatura aprobó cambiar el nombre al parque donde su abuela fue encontrada, por el de “Parque de la Amistad”. Cerró su participación diciendo: “La unidad es un fenómeno de poder creativo cuya existencia se hace evidente a través de los efectos que produce la acción correctiva que quien es retratado por la importancia de tales esfuerzos para mí”