Más de 60 personas arribaron este jueves 11 de agosto de 2022, a la Casa de los Pueblos, provenientes del estado de Texas en Estados Unidos, desde donde partieron el pasado lunes 8. Poco a poco en taxis y en carros privados fueron llegando, por grupos, a este espacio en el sur del Bronx. “Tenemos poco pero ese poquito lo ofrecemos con mucho cariño”, fue la frase que doña Ofelia, una de las integrantes de la Red de Pueblos Transnacionales, mencionó. Desde muy temprano se levantó para preparar el café de grano para las personas que venían viajando. Fue lo primero que les dieron a llegar.
Niños, niñas, bebés, hombres y mujeres hacían fila para tomar un café caliente junto con un trozo de pan, “hace mucho tiempo que no tomo café”, era la frase que se escuchó en reiteradas ocasiones al tomar un vaso. Desde temprano voluntarios de la Casa de los Pueblos acondicionaron el lugar, con una mesa informativa sobre Covid–19, así como un espacio para hacer llamadas y también contar con una zona de comida, pues en este lugar esperarían unas horas en lo que eran canalizados en albergues seguros en Nueva York. “Sabemos que la Casa de los Pueblos no es un espacio lujoso, pero hemos hecho nuestro mejor esfuerzo para recibirles”, mencionó Marco Castillo al darle la bienvenida a los visitantes.
Nos avisaron que dos autobuses más provenientes de Texas llegarían este viernes 12 de agosto. Las necesidades que enfrenta la Casa de los Pueblos para la recepción son varias, como ropa y zapatos para mujer, hombre, niña, niños y bebés; comida caliente; así como pan, café, azúcar y té. La leche en polvo para bebés y pañales son de las necesidades más inmediatas de las familias, ya que en muchos de los casos tuvieron que dejar todo atrás y sólo cargan con lo que traen puesto. El arribo de las personas se espera desde las 8 de la mañana.
Estos autobuses vienen cargados de la esperanza y fe que por más de dos meses las personas llevaron consigo, pues han llegado al tan añorado lugar donde les han dicho que los sueños se vuelven realidad. Estos sueños que se entrecruzan con las posturas de los gobernantes y la eternas peleas donde los más vulnerables siempre somos las personas, es por eso que como migrantes nuestra apuesta de vida es hacer que las y los demás, no sufran lo mismo que nos tocó vivir a nosotras y nosotros cuando llegamos.
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