Fotografías de Francely Flores
Las últimas semanas han sido mortales para quienes hacen entregas de comida a domicilio en la ciudad de Nueva York, así lo aseguró Sergio Solano, uno de los líderes del Movimiento de Repartidores de Comida NYC. Originario de San Juan Puerto Montaña, municipio de Metlatónoc, Guerrero, México, aseguró que los llamados trabajadores esenciales fueron los que mantuvieron en pie a la urbe de hierro pero al mismo tiempo han sido los más desprotegidos, es decir, no cuentan con un seguro médico para protegerse en caso de accidentes en las peligrosas calles de la ciudad, sea por no contar con documentos, por su color de piel, por su lengua, por ser indígenas en su mayoría, o por toda estas circunstancias juntas han sido ignorados por las autoridades.
El pasado 10 de julio, en un conferencia de prensa convocada por este movimiento al término de una misa oficiada por el padre Fabián Arias, quien además de su dedicación al servicio de Dios, también es un hombre que lucha hombro a hombro con las comunidades migrantes para hacer que se respeten sus derechos, o que la justicia llegue a ellas, Solano, junto con su sobrino César dieron a conocer los detalles de las muertes de repartidores ocurridas en días recientes, así como el caso de un repartidor que se encuentra en condición grave en el hospital. También se contó con la presencia de algunos de los familiares de estas víctimas, quienes esperan que se haga justicia y llegue la ayuda para poder repatriar los cuerpos a México.
Sergio hizo hincapié en el uso del casco que puede salvarles la vida en el caso de los accidentes, afirmó, sin embargo, en que se han registrado por lo menos 15 muertes al año, sea por asesinato oo por accidentes, según los registros que ellos han elaborado y por las que no ha habido ningún responsable tras las rejas. Tal es el caso de Francisco Villalba Vitinio, asesinado el 28 de marzo de 2021, en el cual Douglas John, a pesar de haber sido detenido como responsable, aún no ha sido sentenciado por este crimen.
Elías Hilario también recordó que el caso de su hermano Victorio atropellado mortalmente, hace ya casi dos años y aún no hay ningún responsable detenido por este hecho, a pesar de que se ha exigido constantemente que se realicen las investigaciones necesarias.
Se contó con la presencia de Demetrio, tío de José Guadalupe de Los Ángeles Victoriano, quien fue embestido el pasado 30 de junio, en la intersección de las calles 149 y St Ann’s Ave en el condado del Bronx. Originario de Guerrero, desafortunadamente fue declarado muerto mientras era trasladado por los servicios de emergencia. Su tío está haciendo lo posible para que su muerte no quede impune.
Por otro lado los familiares de Cristian Castelán, quien fue atropellado el 3 de julio, dijeron que han buscado la ayuda de la comunidad para poder exigir justicia, aunque Cristian nació en Nueva York, siendo un niño se fue a México con sus padres. Un par de años atrás su padre murió, razón por la que decidió volver para poder ayudar a su madre y sus hermanos menores, su tía Elizabeth Cariño, expresó su tristeza por lo sucedido, la madre de Castelán lo espera en Acatlán de Osorio en el estado mexicano de Puebla.
Luciano Morales Feliciano, originario de Guerrero, perdió la vida el pasado 4 de julio en las calles del condado de Brooklyn. Juan Viviano Morales primo de Luciano también estuvo presente, sin embargo se mantuvo hermético para dar alguna declaración.
Logramos conversar con Palemón Castillo, hablante de tlapaneco y hermano de Tiburcio Castillo, ambos originarios de Juanacatlán, municipio de Metlatónoc, Guerrero, quien fue reportado como desaparecido el 29 de junio. Después de varios días de búsqueda a través de las redes sociales compartiendo su foto, fue localizado en el hospital Lincoln del Bronx donde se reporta como grave. Palemón detalló que su hermano sufrió un asalto al volver a casa, “motivo por el que al llegar al hospital no traía ninguna identificación lo que hizo difícil reconocerlo, los médicos habían dicho a la familia que tenían que tomar una decisión sobre desconectarlo del respirador, sin embargo debido a la presión ejercida por el mismo movimiento de repartidores, distintas organizaciones y medios de comunicación, el continuará conectado, esperando que suceda un milagro ya que en casa sus hijos y su esposa lo esperan”.
La familia Castillo, además, tiene a dos primos de Tiburcio, ambos repartidores, hospitalizados por accidentes automovilísticos, por lo que la situación económica de la familia es muy complicada.
Continúan las muertes
En un recorrido realizado a pie por una de las avenidas más transitadas de Manhattan, nos percatamos que, en efecto, muchos repartidores no usan el casco, por lo que nos sumamos a la petición de Solano al insistir en la importancia de su uso “ya que puede hacer la diferencia entre la delgada línea de la vida y la muerte”.
Al cierre de nuestra nota, nos informaron de otro repartidor que sufrió un accidente la madrugada del 11 de julio, el cual murió de manera instantánea en la intersección de las calles 89 y la 2da Avenida. De nombre Eduardo Valencia Nepomuceno era originario también del estado de Guerrero, de la comunidad de Xalatzala, municipio de Tlapa. En llamada telefónica con Maydeli, su hermana, ella solicitó ayuda económica para poder llevar a cabo la repatriación, ya que, según nos comentó, les dieron 14 días para retirar el cuerpo de la morgue.
Las calles de Nueva York han sido los únicos testigos de los últimos minutos de vida de todos estos repartidores, que se fueron de este mundo buscando alcanzar el sueño americano.