Ecuador desde adentro | Molino Informativo

Ecuador desde adentro

by | Feb 13, 2022 | Comunidades

Por Fabián Muenala

El mundo entero se conmovió con la tragedia de Quito, vimos impresionantes imágenes de la furia del aluvión que destruyó viviendas, autos, infraestructura, pero sobretodo se llevo 28 vidas humanas que jamás podrán ser recuperadas y que podrían seguir incrementando si no se localizan a desaparecidos o heridos que aún se encuentran en centros de salud de la ciudad.

Han transcurrido 10 días de la “última” tragedia que vivió la ciudadanía del sector la Gasca, la Comuna, en Quito, capital de Ecuador, pero también fueron afectadas muchas otras comunidades andinas, costeras y amazónicas, éstas, olvidadas por los medios de comunicación, ignoradas por el Estado y abandonadas por la solidaridad.

Después de 10 días, miramos hacia atrás, reflexionamos, oramos por los que ya no están con nosotros y nos preguntamos, cuáles fueron las razones de esta tragedia, ¿hay culpables ? ¿será culpa de la naturaleza y su furia? ¿Tal vez culpa de Dios y su abandono a los más pobres? ¿el abandono e indiferencia históricos del Estado ? ¿la fragilidad del ecosistema de quebradas y laderas convertidas en grandes basureros?¿el compromiso de las autoridades que en campaña proclamaban soluciones y estrategias a este gran sector empobrecido de la sociedad ecuatoriana? ¿o somos nosotros como sociedad responsables del calentamiento global, de invasiones y construcciones clandestinas de nuevos barrios marginales? ¿O de las empresas transnacionales y nacionales que juegan con la fragilidad de la Madre Tierra y se amparan en políticas públicas que solapan la destrucción de los bosques protectores a cambio de favores económicos y/o políticos?

Estos 211 años de vida republicana, desde aquel primer día del Grito de Independencia, conocido también como último día de despotismo y primero de vida independiente, la situación social, económica, lingüística, política y hasta espiritual de los pueblos originarios, de los afro descendientes, de los sectores más empobrecidos del país, no ha cambiado en absoluto, al contrario nos han obligado a migrar , a civilizarnos, a blanquearnos en mente y espíritu, a ciudadanizarnos, es decir a urbanizarnos en los márgenes de la miseria de las grandes urbes, abandonados en la soledad de nuestras raíces, en la individualidad de la convivencia de mancomunidades, en la pérdida cotidiana de las relaciones del ayni, del ayllu, de la minga, de la yanaparina, para simplemente vivir en una nueva miseria, en una pobreza crónica y falta de oportunidades, entretejiendo esperanzas y oportunidades rellenando quebradas, apropiándose de laderas hasta convertirlos en nuevos barrios marginales carentes de infraestructura y urbanización.

El Ecuador de ayer, el de hoy y tal vez el de mañana carece de institucionalidad, de sensibilidad y de visión de otras formas de convivencia y desarrollo que aún guardan y viven nuestros pueblos originarios, un verdadero Sumak Kawsay, es decir aprender a convivir en armonía y equilibrio con todos los seres que vivimos en esta agobiada Pacha Mama.